El extrarradio de Vilagarcía está lleno de "puntos negros" de tráfico

La falta de aceras, la iluminación deficiente y la peligrosidad de los cruces son algunas de las quejas más habituales de los vecinos

Concentración de protesta de los vecinos de Vilaxoán en la PO-549, hace un año.  | // IÑAKI ABELLA

Concentración de protesta de los vecinos de Vilaxoán en la PO-549, hace un año. | // IÑAKI ABELLA / Anxo Martínez

Las asociaciones de vecinos de Vilagarcía han identificado más de una veintena de “puntos negros” de tráfico en sus localidades. La estrechez de los viales, la falta de aceras, la mala iluminación y la peligrosidad de los cruces son algunas de las quejas más recurrentes. En determinados casos, estos “puntos negros” se localizan en carreteras con una gran densidad de tráfico, como pueden ser la PO-549 (Vilagarcía-Cambados) o la Nacional 640 (a su paso por Rubiáns), pero también las arterias interiores del rural presentan evidentes deficiencias.

La seguridad vial es uno de los asuntos que más preocupa a las directivas de las asociaciones vecinales. El constante incremento del parque móvil, el uso cada vez más frecuente de las pistas del rural como alternativa a los saturados accesos del centro y el envejecimiento de la población son factores que hacen cada vez más peligrosas las carreteras del extrarradio.

Los peor tratados son los peatones: hay pocas aceras y la iluminación nocturna es deficiente

La solución a estas deficiencias es competencia de las administraciones titulares de cada vial (desde las pistas interiores, que son municipales, hasta la N-640, que es estatal, pasando por las carreteras provinciales y autonómicas), y la sensación general entre los colectivos vilagarcianos es que el rural apenas es atendido ni escuchado.

Vilaxoán

A principios del año pasado, los vecinos de Vilaxoán realizaron una protesta en Veiga do Mar y la PO-549, dos de los puntos más conflictivos en lo que al tráfico se refiere. Casi doce meses después, ni la Xunta de Galicia ni el Ayuntamiento de Vilagarcía han resuelto las deficiencias principales.

El presidente de la asociación de vecinos, Cándido Meixide, enumera los peores “puntos negros” de la localidad. En primer lugar cita la calle Veiga do Mar, que de noche es el paradigma de vial peligroso, sobre todo para los peatones.

La mitad de la calle carece de aceras o arcenes, y los viandantes van por la calzada, con el agravante de que apenas hay alumbrado público. En invierno, a partir de las seis de la tarde la oscuridad es casi total y los peatones tienen que apartarse para no tener un susto con un coche o un camión.

Protesta por la falta de aceras en As Ameixeiras (Sobradelo). |   // I.ABELLA

Protesta por la falta de aceras en As Ameixeiras (Sobradelo). | // I.ABELLA / Anxo Martínez

Esta calle también es conocida por su curva de 90 grados (donde se encuentra la vieja fábrica de Peña), en la que los conductores de los vehículos más grandes invaden el carril contrario sin ver si viene alguien de frente.

Sin salir de Veiga do Mar, la intersección de esta calle con la PO-549 está mal diseñada, hasta el extremo de que los vehículos que pretenden incorporarse a la vía principal se ven obligados a esperar invadiendo un paso de peatones.

Los vecinos también están preocupados por las condiciones de la carretera de Cambados. Las aceras son estrechas y los pasos de peatones están mal iluminados. “En esa carretera los coches cogen bastante velocidad, y los pasos de cebra apenas se ven, así que de noche o con mal tiempo son auténticas trampas para los peatones”, advierte Meixide.

La asociación de Faxilde reclama presencia policial en el colegio a primera hora de la mañana para regular el tráfico

A mayores, denuncian que hay un problema de “sobreaparcamiento” en Avelina Nogueira, en el entorno del parque de Dona Concha.

Así las cosas, los vecinos de Vilaxoán reclaman medidas para el calmado del tráfico en la PO-549, una mejor señalización e iluminación de los pasos de peatones, la reorganización del cruce de la PO-549 con Veiga do Mar, y una reforma integral de esta última calle.

Sobradelo

Los vecinos de Sobradelo llevan años reclamando una solución para la calle Ameixeiras, que tiene un tramo amplio sin aceras ni arcenes. Entre las ocho y las ocho media de la mañana, es un vial atestado de estudiantes que van a pie por la calzada hacia el instituto Cotarelo Valledor, de coches particulares, autobuses escolares y los camiones que dan servicio a un par de empresas de la zona. “A determinadas horas del día esa calle es peligrosísima”, afirma Anxo Lúa, presidente de la asociación de Sobradelo.

A mayores, este colectivo plantea actuaciones en otros cuatro puntos. Así, abogan por ensanchar la calle Sobradelo -que une la confluencia de la PO-549 con el cementerio de A Pelada- para lo cual sería necesario llegar a acuerdos con los propietarios de la zona para poder retranquear los muros. También demandan la ampliación de Wenceslao Fernández Florez, un acceso estrecho y sin aceras poco empleado en la actualidad para entrar o salir del barrio de O Piñeiriño, pero que ganará mucho protagonismo cuando se construya la nueva rotonda de la avenida de Cambados y se reordene el tráfico en todo el barrio.

Coches estacionados sobre la zona peatonal en la recién reformada calle Sobrán

Coches estacionados sobre la zona peatonal en la recién reformada calle Sobrán / Cedida

En tercer lugar, Anxo Lúa cita la calle As Canelas, “que se está deshaciendo hacia una finca más baja”. Según el representante vecinal, la pista tiene un ancho de 1,20 metros, y en la actualidad ni siquiera cabe bien un vehículo de emergencias. Solicita también medidas de calmado del tráfico en A Rosaleda -recientemente, un coche dio una vuelta de campaña en esa calle y se metió dentro del cierre de una vivienda-, y la ampliación del campo de la fiesta, que actualmente usan los vecinos para aparcar.

“Antes, se aparcaba a ambos márgenes de la calle Sobradelo, y los peatones tenían que ir a pie por la calzada. Con la ampliación del campo de la fiesta, dispondríamos de un espacio para las reuniones vecinales y seguiríamos teniendo un lugar para dejar el coche”.

Faxilde

Para Dolores Miramontes, presidenta de la asociación de vecinos de Faxilde, el punto más conflictivo de la localidad es el entorno del colegio público. En su opinión, es imprescindible que un agente de la Policía Local regule la circulación a primera hora de la mañana, pues en la actualidad la zona se satura con los coches de los padres, generando situaciones de peligro para los propios niños. También echa de menos algunos pasos de peatones más en ese entorno.

La directiva vecinal aboga asimismo por prohibir el estacionamiento en uno de los márgenes de la calle que va al centro social, ya que en la actualidad se aparca en los dos, y como se trata de un vial sin salida muchos conductores se ven obligados a salir del mismo maniobrando marcha atrás.

Los vecinos de Guillán advierten de que el acceso de A Torre "se está deshaciendo" debido a las frecuentes riadas de un viñedo

En tercer lugar, reclama badenes en la carretera de A Pelada, “porque los coches por ahí pasan a toda velocidad”. Finalmente, llama la atención sobre la recién reformada calle Sobrán. La presidenta de los vecinos alerta de que, “ha quedado un palo de la luz en el medio”, y urge a que lo señalicen cuanto antes con elementos reflectantes, “porque al ser de madera, de noche apenas se ve”.

Los vecinos se han quejado también de que tras la eliminación de las antiguas aceras, los conductores aprovechan que ahora toda la calle es de plataforma única para aparcar en la zona reservada a los peatones. “A alguna gente hasta le aparcan frente al vado, y ahora hay que ir caminando por la calzada, así que para los peatones ahora es más peligroso que antes”, se queja Dolores Miramontes.

Rubiáns

Xurxo Abuín advierte de que en el caso de Rubiáns hay que prestar atención a algunos cruces de los viales interiores de la parroquia con la carretera nacional. En concreto, se refiere a las salidas de Sentín y del núcleo comercial situado a la altura del cementerio municipal. En ambos casos, la peligrosidad se debe a que los coches aparcan muy cerca de ambas salidas, por lo que la visibilidad para los conductores que tratan de incorporarse a la vía principal es muy mala. “A veces sales a la carretera sin saber si te vas a encontrar de repente a un coche viniendo hacia ti”, advierte Abuín. En el caso del cruce de Sentín, además, dice que es habitual ver coches aparcados sobre la acera, lo que condena a los viandantes a bajar a la calzada.

En tercer lugar, el presidente de Rubiáns avisa de que, “la carretera que va a Zamar algunas veces parece una pista de competición”. En este caso, reclama una mayor presencia policial para que tenga efecto disuasorio sobre los desaprensivos. También aboga por llegar a acuerdos con unos vecinos para poder retranquear unos muros y suavizar la peligrosa curva existente en el entorno de la iglesia.

Guillán

Ramiro Padín García, que está al frente de la gestora que trata de reflotar la asociación de vecinos de Guillán, sostiene que, “el principal problema que tenemos nosotros está en la salida por la capilla de San José”.

A menudo, según él, los conductores que tratan de incorporarse a la avenida Rosalía de Castro se quedan bloqueados porque muchos de los que circulan por la vía principal hacen caso omiso de los semáforos y acaban atascando la intersección. En segundo lugar, reclama el asfaltado y medidas de control de velocidad en la carretera principal de Guillán, y avisa de que el acceso desde A Torre, “se está deshaciendo” por las frecuentes riadas de tierra y barro de un viñedo.

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Xurxo Abuín, presidente de los vecinos de Rubiáns, defiende la necesidad de ceder una parte del terreno particular cuando se plantea un proyecto de ampliación de una pista. “Las carreteras del rural son antiguos caminos que no se diseñaron para el paso de los vehículos. La mayoría son tan estrechas que ni siquiera pasan dos coches en paralelo, y la única manera de ir mejorando esos accesos es mediante las cesiones de terreno”.

“A un vecino, dejar dos metros de su finca para que se amplíe un vial igual no le supone nada, y a cambio el lugar podrá tener unos mejores accesos”, añade. En consecuencia, sale beneficiada toda la comunidad, pero también a nivel particular quienes han dejado parte de su terreno, pues podrán circular por la zona con mayor comodidad y sus bienes se revalorizarán económicamente.

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