Cáritas consigue hacer realidad la Navidad más inclusiva

Cáritas Interparroquial Arosa ha vuelto a obrar el milagro en forma de una Navidad inclusiva. El colectivo dirigido por Mar Viqueira ha logrado que todas las personas con dificultades hayan podido contar con su plato especial y sus regalos, pero también con las muestras de cariño tan inusuales entre soledades y desamparos.

El fin de las restricciones han añadido un matiz enriquecedor a todos los actos realizados por la entidad benefactora. “Se ha podido cantar y bailar, pero también abrazar y eso es algo que muchas personas en riesgo de exclusión social agradecen muchísimo. Ha sido una novedad emocionante y gratificante porque hemos podido gestionar mucha solidaridad”.

Los juguetes, clasificados y empaquetados gracias al trabajo de los voluntarios, fueron recogidos a lo largo de los últimos días por muchas familias para sus descendientes. Entre ellos, el material deportivo que en los últimos días le hizo llegar el Arosa gracias a las aportaciones de los niños que participaron en su campus navideño.

Juguetes para ejercitar el intelecto

El ropero de la sede de la Praza da Constitución fue el lugar donde muchos iban encontrando un gesto para la esperanza, pero también hubo juguetes para esas personas usuarias del comedor sobre ruedas a las que la edad y la soledad les obliga a ejercitar su intelecto y su memoria. Incluso son muchos los regalos que han quedado para otras ocasiones como cumpleaños u otras fechas especiales.

En materia de alimentos también las fechas fueron de lo más propicio a la hora de demostrar las ganas de ayudar. Señala Mar Viqueira que “pudimos servir cena de Nochebuena y fin de año y también las comidas del día 1 y Navidad. Contamos también con la colaboración de la escuela de hostelería, roscones cedidos por panaderías y la ayuda de los voluntarios y trabajadores a la hora de preparar las mesas. Incluso tuvimos villancicos cantados y fueron momentos en los que se aliviaron un poco las estrecheces del día a día”.

Ruta diaria de 50 kilómetros del comedor sobre ruedas

Unos alimentos que han tenido que iniciar un viaje más largo. Y es que la ruta del comedor sobre ruedas ha incrementado sus paradas. Un reflejo del incremento de las dificultades en muchas viviendas. “Hacemos una ruta de 50 kilómetros diarios por muchas parroquias. La comida va en bandejas herméticas y el esfuerzo para que todo el mundo pueda comer caliente es cada vez mayor y más necesario”, señala la directora comarcal de Cáritas.

También en la casa de acogida de San Cibrán se pudo disfrutar de esos momentos especiales de estas fechas. Incluso de la llegada de los Reyes Magos es un lugar donde también hay pequeños que son tutelados para tener un futuro mejor. Todo ello dentro de una ayuda integral que incluso comprende apoyo vital y asesoramiento económico dentro de una ayuda invisible que va puerta por puerta.

Por no faltar tampoco faltó el belén elaborado en el exterior del comedor social y que ha ayudado a muchos a sentirse útiles, además de reconfortados por tanta visita y reconocimiento al trabajo.

Suscríbete para seguir leyendo