El lugar donde envejecer es un arte

O Castro mantiene con 60 voluntarios las actividades de envejecimiento activo

Mayores y voluntarios durante el día de ayer en la sede de la asociación O Castro de Baión.

Mayores y voluntarios durante el día de ayer en la sede de la asociación O Castro de Baión. / Noé Parga

A. G.

Hace ya más de un lustro, la vocación de solidaridad y voluntariado que posee la asociación cultural O Castro de Baión, en Vilanova de Arousa, les llevó a poner en marcha una actividad tendente a mejorar la calidad de vida de los mayores, una actividad en la que pudiesen relacionarse no solo con gente de su edad, sino con jóvenes para impulsar un intercambio intergeneracional. Se llamó Unidad de Envejecimiento Activo, pero se ha convertido en un lugar donde los mayores encuentran en quien apoyarse y compartir experiencias.

Incluso durante los difíciles días de la pandemia, la asociación trató de mantener el vínculo entre las personas mayores y los voluntarios, llegando a repartir tablets para que se mantuviese el contacto. Las nuevas tecnologías fueron un reto difícil de superar, pero la paulatina vacunación y la reducción del impacto de la enfermedad permitió que regresase la actividad presencial.

En el día de ayer, las actividades fueron visitadas por el director xeral de Maiores e Atención Sociosanitaria, Antón Acevedo, y por el teniente de Alcalde de Vilanova, Javier Tourís. El responsable de la Xunta quedó gratamente impresionado de la actividad que se desarrolla en Baión, donde participan un total de 25 mayores y unos 60 voluntarios, casi todos de la parroquia vilanovesa. Acevedo destacó que su gabinete destinó un total de 20.000 euros a la entidad a través de un convenio para la puesta en marcha del programa de envejecimiento activo que tan buenos resultados está ofreciendo en la parroquia vilanovesa.

Acevedo destacó que, a través del convenio de colaboración, “se facilita que las personas mayores puedan promover su autonomía e independencia, mejoren sus relaciones sociales e incrementen sus habilidades tecnológicas para evitar el aislamiento por desconocimiento digital.

Entre los participantes hay gente de muchas edades, incluso un vecino de 98 años de edad que solo se pierde los encuentros si las condiciones meteorológicas no acompañan. Las actividades se estaban realizando en la casa da cultura de Baión, pero la intención de O Castro es trasladarlas al piso inferior de su sede en el lugar que lleva el mismo nombre que la asociación. Para ello, se está acondicionando ese espacio. En los últimos tiempos se ha incorporado hasta un servicio de peluquería y manicura atendido por voluntarios que tiene encantados a todos los mayores.

El presidente de la entidad, José Sabarís, se mostró ayer muy agradecido por la visita pero, sobre todo, por “su actitud cooperativa, valoró de forma muy positiva todo lo que estamos haciendo y aguardamos que sigan apoyando esta actividad en el futuro”.

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