Segunda juventud, con el corazón contento y lleno de alegría

El Concello de Valga dispone de un programa de ocio ideado para entretener a los vecinos de más edad que surgió desde la irrupción del COVID y en su día se bautizó como Campus Sénior.

Es una más de las actividades impulsadas por el gobierno de José María Bello Maneiro para, según aclara, “favorecer la socialización” tras la aparición en escena del coronavirus y los confinamientos, animando a los valgueses “a retomar el contacto, en algunos casos perdido o reducido debido a la pandemia”.

Pues bien, en la actualidad ya son más de una treintena las personas participantes en las actividades de pintura y manualidades que se imparten semanalmente al abrigo de este programa, cuya intención es, igualmente, ayudar a los participantes “a mantenerse activos y a transmitir sus inquietudes expresándose a través del arte”.

Un programa consolidado

Objetivos que busca también el Concello de O Grove a través del programa de conciliación familiar conocido como Vellos Tempos, que lleva ya muchos años en funcionamiento y está plenamente consolidado.

Quieren dotar al “Vellos Tempos” de comedor

En ambos casos va en aumento el interés de los potenciales usuarios dispuestos a sumarse a estos programas dependientes de los departamentos municipales de Servicios Sociales de los dos municipios, empeñados en fomentar el envejecimiento activo de las personas mayores a través de todo tipo de propuestas lúdicas y creativas.

Todo en común

Lo cierto es que la ludoteca Vellos Tempos y el llamado Campus Sénior lo tienen todo en común. Y es que el objetivo último de ambas propuestas es que las personas mayores –en este caso las de O Grove y Valga, respectivamente–, mantengan la mente despierta y, como diría Marisol en una de sus canciones más entrañables, “el corazón contento y lleno de alegría”.

Para lograrlo, son muchas y muy variadas las actividades que se ponen a disposición de los usuarios en uno y otro programa a instancias de los gobiernos de José Antonio Cacabelos Rico y del conservador José María Bello Maneiro.

En el caso meco con el valor añadido de disfrutar de unas instalaciones ampliar y recientemente reformadas, como son las de la vieja escuela unitaria de Monte da Vila. Pero también con la ilusión de estrenar otras más pronto que tarde, éstas en el antiguo colegio de las monjas.

La creciente demanda en "Vellos Tempos" avala la construcción del centro de día meco

En el programa valgués es la artista Ángeles Garrido la encargada de impartir las clases, tanto en el Auditorio Municipal como en el Centro Ocupacional para Discapacitados (CODI), donde los participantes eligen entre pintura sobre lienzo, dibujo y manualidades con vidrio o sobre teja el tipo de trabajo u obra que desean realizar.

Algunos, explica Ángeles Garrido, “llegaron sin noción alguna de pintura, solo por probar”, y parece que pronto se dieron cuenta de es algo que les gusta, “y por eso siguen”.

Preparación del carnaval

Más completas son, no cabe duda, las actividades de la ludoteca Vellos Tempos, la cual funciona a diario y que además de pintura y manualidades como las aludidas en el caso de Valga incluye otras muchas experiencias.

Incluida la preparación del carnaval –con comparsa y todo–, fiestas como las de Navidad y excursiones de todo tipo, como la recientemente realizada al centro vacacional de A Lanzada para conocer el funcionamiento del “obradoiro” de hostelería y, de paso, saborear los productos preparados por los alumnos de esa escuela.

Más concretamente, un menú a base de pisto manchego, osobuco de ave y crema frita con mousse de chocolate. Una fiesta, dicho sea de paso, que incluyó sesión de baile, amenizada por el grupo local Os Firrás.

Quito Parada

Es solo un ejemplo de la intensa actividad desplegada en el “programa de conciliación y respiro familiar” conocido como Vellos Tempos, puesto en marcha por el gobierno del socialista José Cacabelos Rico y dependiente de la concejalía que dirige Quito Parada.

Actualmente funciona en horario de tarde, con treinta plazas que están siempre ocupadas y para las que hay una importante lista de espera.

Pero pronto serán más, ya que la intención del ejecutivo meco es ampliar a 50 usuarios –y también a horario matinal– la capacidad de este programa de conciliación.

Se hará así, explica el propio Quito Parada, en cuanto puedan utilizarse las instalaciones del antiguo colegio de las monjas, el cual, una vez adquirido por el Concello, está siendo reformado para albergar tanto este servicio como el Punto de Atención a la Infancia (PAI).

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