Los budas que se encontraron fuera de lugar

Los jardines efímeros que abundan estos días por diferentes zonas del centro urbano de Vilagarcía, con el ánimo de ambientar la Navidad y favorecer el comercio local, también son objeto de controversia y rectificación, no solo de vandalismo que también lo hay desgraciadamente.

Desde hace unos días llamó la atención, entre los diferentes motivos navideños, la presencia de unas figuras budistas que, al margen de su estética más o menos a favor del propósito perseguido, no guardaban relación con las fechas que están por venir.

Mención aparte merece la actitud de unos pocos que ya se han encargado de dejar su “inconfundible sello” en forma de actos vandálicos en diferentes objetos instalados. Desde Ravella incluso han lamentado “la falta de civismo de una minoría de personas que cuando no atentan contra un elemento decorativo de la asociación de comerciantes Zona Aberta, lo hacen contra los que instala el propio Concello”.

Insisten desde el Gobierno local en que estos actos son “una falta de respeto al esfuerzo de todos los trabajadores que participaron en esos montajes que es evidente. Y lo mismo puede decirse respecto al dinero público invertido para que las calles de la ciudad ofrezcan un aspecto que sirva de dinamizador de la sociedad y de la economía local”.

Lo curioso es que solo los budas instalados en diversos puntos son los únicos elementos que volverán a casa por Navidad. Quizá para no convertirse en blanco vandálico aunque desde el Concello señalan que su retirada se debe a su distorsión armónica en el bucólico ambiente navideño. Que nadie piense entonces que los budas han sido asaltados, solo que rectificar es de sabios.

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