Varapalo tras dos años con un expediente en vigor

Nuevo ERTE de año y medio en la carrocera Carsa de Bamio

Afecta a más de un centenar de trabajadores | Muchos están cobrando el 50% de la prestación y otros, a punto de terminar ya el paro

Trabajadores de Carsa en noviembre de 2020, cuando comenzó a aplicarse el ERTE actual.

Trabajadores de Carsa en noviembre de 2020, cuando comenzó a aplicarse el ERTE actual. / Iñaki Abella

María López

María López

La plantilla de Carsa, la empresa carrocera asentada en el polígono de Bamio (Vilagarcía), lleva dos años inmersa en un ERTE que termina el 31 de diciembre. Pero como la carga de trabajo no ha reflotado, la dirección de la compañía, alegando causas productivas, acaba de poner sobre la mesa un nuevo Expediente de Regulación Temporal de Empleo para todo el personal de un año y medio (desde el 1 de enero de 2023) con suspensión de contrato. El cuadro de personal actual ronda los 120 trabajadores.

"A algunos le quedan tres meses de prestación, y muchos solo están cobrando el 50% [es la cuantía a percibir a partir del séptimo mes]”

El principal problema es que algunos operarios están a punto de terminar el paro, por lo que se quedarían en una situación económica crítica. “A algunos le quedan tres meses de prestación, y muchos solo están cobrando el 50% [es la cuantía a percibir a partir del séptimo mes]”, comentan desde CIG, sindicato mayoritario en el comité de empresa con seis delegados de los nueve totales.

Sin despidos

Carsa comunicó el martes la noticia a los representantes de los trabajadores, por lo que las negociaciones todavía no han comenzado. El expediente afectará a la totalidad de la plantilla y no se plantea ningún despido, a diferencia del ERTE de finales de 2020 que sí acarreó extinción de contratos de forma individual. Esas personas reclamaron la improcedencia en el juzgado y según confirman fuentes sindicales, la Justicia les dio la razón.

El ERTE actual comenzó a aplicarse el 30 de noviembre de 2020 y finaliza con el año 2022. En aquel momento la medida afectaba a un total de 149 trabajadores. Ahora son menos porque desde entonces ha habido empleados que se han ido de la empresa voluntariamente debido a la incertidumbre laboral. “El mercado está bastante parado. Los operadores, tanto públicos como privados, no están renovando sus flotas de autobuses”, explican desde la central sindical.

El preacuerdo de ERTE en 2020 alcanzado entre la carrocera y los delegados de CIG en el comité fue ratificado por los trabajadores con 135 votos a favor, uno en contra y dos en blanco, lo que se traduce en un 90% de apoyos.

División sindical

Por aquel entonces el proceso de negociación en el conflicto laboral finiquitó la unión sindical en Carsa. Los delegados de Comisiones Obreras rechazaron el preacuerdo entre sus homólogos en CIG y la empresa e incluso los propios delegados de la central nacionalista actuaron al margen de la dirección del sindicato, de sus asesores, para los que evitar los despidos era una línea roja para sentarse a negociar.

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