Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Uxía Rodríguez salta en trampolín desde Cambados hasta un bronce mundial

La niña de 11 años logra en Bulgaria subir al podio en doble minitramp

Uxía a la derecha de la imagen en el podio en Sofía. | // FDV

Conseguir una medalla internacional a los 11 años es algo reservado para unos pocos. Y cuando a esa dificultad se le suma el haberlo hecho realidad en el podio de un Mundial, la jerarquía de la hazaña cobra un significado todavía más exclusivo. Eso es precisamente lo que viene de lograr Uxía Rodríguez Fernández en la capital de Bulgaria, Sofía, donde se erigió una de las tres mejores del planeta en la especialidad de doble minitramp.

A una ejecución cuasi perfecta que le valió el bronce hay que sumar el esfuerzo que requiere una especialidad exigente hasta el extremo y a la que llegó siguiendo el camino marcado por su hermana Naia a través de la gimnasia acrobática.

Uxía Rodríguez tras ejecutar uno de sus saltos. Cedida

El paso a la especialidad de trampolín no fue instantáneo. Formó parte de un proceso al que la propia Uxía era un poco reacia al principio. María Fernández, su madre, recuerda que “los entrenadores ya decían desde la primera vez que la vieron que tenía muy buenas condiciones para saltar, pero no fue hasta que Naia compitió en trampolín a consecuencia de la lesión de una compañera cuando la pequeña quiso hacer lo mismo”.

Lo acertado del cambio de enfoque para la pequeña cambadesa se confirmó cuando solo tenía ocho años en un campeonato que tuvo lugar en A Estrada. Aquel día llegaron un oro, dos platas y un bronce siendo el principio de un idilio absoluto con el entrenamiento y todo el esfuerzo que ello conlleva.

Uxía junto a su familia en Bulgaria. FDV

Tras iniciarse en Pontevedra junto a su hermana cuatro años mayor, Uxía compite ahora por el Club Ximnasia Burgas, pero también entrena con técnicos del Club Sieiro Acrobacia de Vigo. Pablo Hinojar, seleccionador español, cuenta con ella para un entrenamiento semanal en el Centro Galego de Tecnificación Deportiva mientras que Iván Estévez y Sara Penedo guían su evolución en la ciudad olívica.

Lejos queda allá aquella conversación entre madres en una clase de hípica tras la que descubrieron la posibilidad de practicar acrobacias en Pontevedra buscando un deporte con el que llenar sus necesidades de adrenalina. Allí acudieron Naia y Uxía con 10 y 6 años en lo que fue el principio de un camino que ya ha logrado títulos autonómicos y nacionales en ambos casos.

Recibiendo la felicitación de su entrenadora tras su actuación en Sofía. Cedida

El paso adelante dado ahora por Uxía con su bronce mundialista no es más que el reflejo de una devoción ejemplar por el entrenamiento. “Quiere ir a entrenar siempre. Incluso no se queja aunque tenga dolor por miedo a verse obligada a dejar de entrenar y poder seguir compitiendo”, comenta su madre ayer desde Bulgaria donde también está junto a su esposo Javier Rodríguez y la primogénita del matrimonio.

La explosión de júbilo de toda su familia fue de una emoción incontenible después de un salto en el que incluso dejó atrás las molestias en los gemelos con las que viajó al Mundial.

Octava en tumbling

Incluso tal es la confianza en ella de la Federación Española que también compitió en la especialidad de tumbling donde logró un octavo puesto nunca antes logrado por una gimnasta nacional.

Ya el próximo lunes Uxía Rodríguez volverá a su clase de IES Francisco Asorey con más ganas si cabe de seguir entrenando y perfeccionándose tras el espaldarazo de un bronce mundial que lleva tras de sí también el esfuerzo de una familia que la sigue a todas partes para hacer de sus sueños realidad.

Compartir el artículo

stats