El impacto del Black Friday en la comarca ha vuelto a tener como principales beneficiadas a las multinacionales. Los colectivos de comerciantes de ayuntamientos como Vilagarcía, Cambados o Vilanova han preferido pasar de puntillas por una fecha que muchos consideran impostada en beneficio de los negocios con un alto volumen de stock, al que no pertenece el del comercio de proximidad.
Rocío Louzán, presidenta de Zona Aberta, reconocía abiertamente que “como asociación llevamos desde 2018 sin hacer Black Friday”. La explicación tiene un fundamento claro, “es una cuestión de respeto a nuestros clientes. No tiene sentido que una cosa tenga un valor 24 horas antes y se ofrezca más barato al día siguiente cuando nosotros vivimos del cliente cercano y del día a día”.
A ello añade Rocío Louzan que “no podemos obligar a ninguno de nuestros asociados a que no haga estos descuentos, pero como colectivo nos oponemos a ello porque entendemos que es un golpe más al pequeño comercio en beneficio de aquellas grandes firmas que cuentan con un stock que le permite marcar un ritmo que los descuentos que los pequeños no podemos sostener”.
En la misma línea se expresaba Javier Paz, gerente de Zona Centro Cambados: “Nosotros no promocionamos el Black Friday y tampoco tiene mucho seguimiento en nuestro municipio. Hay descuentos en algunos casos del 20%, pero estamos en contra de fechas comerciales impuestas que van en contra de la campaña de Navidad y del pequeño comercio”.
En la misma línea se expresaba la presidenta de Vilanova Centro, Esther Prado, “es un día más. Algunos comerciantes, como yo, dejamos de hacerlo porque no teníamos el retorno esperado después de los gastos de promocionarlo”.
Desde todos los ámbitos apuntan al comercio online como el gran beneficiado de una campaña de descuentos que genera mucha controversia. Incluso recuerda Rocío Louzán que “el Black Friday es casi un abuso de poder de las grandes firmas y los pequeños no podemos aumentar los periodos de rebajas más allá de las temporadas que ya tenemos”.
