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El supuesto cabecilla, Dorgambide, y al menos otros tres detenidos entran en prisión

Los viajes frustrados de la presunta red de transporte de hachís desmantelada en Arousa

La sospecha de los arousanos de que la policía estaba siguiendo su barco habría abortado una travesía para buscar 6.000 kilos de droga | Otros 4.500 tampoco fraguaron

El presunto cabecilla de la organización, Dorgambide, fue enviado a prisión bajo fianza. | // IÑAKI ABELLA

La Policía Nacional ha desmantelado una presunta red de transporte de hachís con ramificaciones en Galicia y Andalucía que importaba la droga desde el norte de África por vía marítima. El pesquero “Otero”, el bateeiro “EVA” o el velero “Flati” formaban parte de la flota de la organización supuestamente encabezada por el vilagarciano José Ramón Dorgambide, alias Panadero, que ayer entró en prisión tras comparecer ante la magistrada del juzgado número 1 de Vilagarcía. El detenido negó los hechos y podrá salir de la cárcel si abona una cuantiosa fianza.

La juez también ordenó el ingreso en prisión pero sin fianza del procurador Manuel Francisco A.V. y del vilanovés José Carlos S.R., a los que los investigadores sitúan en un escalafón inmediatamente inferior al de Dorgambide.

La abogada vilagarciana Carmen Ventoso, ayer, en los juzgados. Iñaki Abella

Otro de los supuestos lugartenientes sería uno de los detenidos que también pasó a disposición judicial durante la mañana, M.F.B, un catoirense vecino de Rianxo con antecedentes por narcotráfico que en esta ocasión quedó en libertad con la prohibición de salir del territorio nacional, la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer cada quince días en el juzgado.

De los 21 detenidos, pasaron ayer por sala judicial once, de los cuales cinco fueron enviados a prisión (uno de ellos la puede eludir bajo fianza de 80.000 euros). A cinco de los seis arrestados que quedaron en libertad se le han impuesto como medidas la prohibición de salir del territorio nacional, la retirada del pasaporte y la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado; y, a uno de ellos, solo la obligación de comparecer cada 15 días en el juzgado. Todos están investigados por un delito contra la salud pública del artículo 369.

Desde hace un año

Las fuerzas del orden llevaban un año siguiendo la pista de la red. Todo comenzó en septiembre de 2021 cuando la DEA (agencia antidroga estadounidense) informó de la existencia de una organización hispano-marroquí que estaría preparando una embarcación para el transporte “de una importante cantidad de sustancias estupefacientes” con destino a Galicia. Su puerto base era Vilanova de Arousa y “se trataría de un barco viejo que haría su última singladura con destino figurado a las costas mauritanas”.

Se trataba del “Otero”, un pesquero con aspecto ruinoso que estaba siendo acondicionado según se constató con las vigilancias policiales. Se colocaron dos depósitos de combustible de mil litros cada uno y las personas que estaban en él se aprovisionaban de “numerosos víveres para una larga travesía”.

El procurador Manuel Francisco A.V. también fue a la cárcel. Iñaki Abella

Se instaló un dispositivo de seguimiento y localización del barco, el cual no tenía artes de pesca y sin embargo sí estaba dotado de sistemas de navegación y comunicación “que parecían estar recién instalados y nuevos con respecto a la antigüedad del barco”. A los investigados “no les unía ninguna relación personal, profesional, empresarial o mercantil que pudiera justificar sus encuentros y reuniones”, reza la documentación a la que ha tenido acceso este periódico.

Los investigadores también se refieren a una lancha semirrígida de 12,5 metros con tres motores Yamaha procedente de un astillero portugués.

Problemas logísticos

Y es que pese a que la idea inicial era utilizar el “Otero”, unos “problemas logísticos” hicieron que en un primer momento supuestamente utilizaran la embarcación adquirida en el astillero luso para posteriormente ser otro grupo de la organización el que usara el pesquero.

El 15 de noviembre se decomisaban en Huelva 89 fardos con un total de 2.616,6 kilogramos de hachís que habían sido arrojados desde una embarcación de alta velocidad (EAV). Los tripulantes fueron detenidos dos semanas después.

Lanchero para otros

Ya en enero de 2022 José Carlos S.R. no logra localizar al patrón del “Otero”, J.C.O.R. Según la transcripción telefónica, su primo le dice que en diez días estará de vuelta pero el vilanovés “muestra nerviosismo dado que tienen apalabrada la operación y la misma se puede ver truncada” ante la ausencia del isleño, según relatan los investigadores.

El patrón estaría realizando esos días una travesía para otra organización. El 27 de enero se decomisaron en Isla Cristina (Huelva) 2.100 kilos de hachís en una semirrígida de 14 metros donde fueron detenidos dos tripulantes y otros dos escaparon.

El supuesto piloto, en una escucha: "No llegaron a pillarme, eché a correr en la playa porque yo sigo haciendo un mogollón de ejercicio"

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El 12 de agosto un “pinchazo” telefónico reveló la narración realizara por el propio J.C.O.R. sobre su huida en Punta Umbría de una “goma” cargada de droga. “No, ni llegaron a pillarme, eché a correr en la playa porque yo sigo haciendo un mogollón de ejercicio, y uno no podía de la espalda, estábamos descargando y tal, y no podía de la espalda, y lo cogieron sentado en una caja”, se le atribuye al isleño en una escucha.

Viajes truncados: Ramadán y seguimiento

El primer viaje frustrado habría tenido lugar en abril de 2022. Según la investigación, los “pinchazos” telefónicos evidencian conversaciones “totalmente esclarecedoras” entre los supuestos miembros de la organización, como una entre el vilanovés José Carlos S. R. y J. A.C.M. en la que se refieren a “150 cajas” que la policía interpreta como 4.500 kilos de hachís. La banda gallega se quedaría con 22 cajas (660 kilos), lo que se traduciría en 1,3 millones de euros.

¿Quién es quién en la organización?

El Greco Galicia atribuye la dirección de la supuesta organización criminal a José Ramón Dorgambide Casais, mientras que José Carlos S.R. “comprometía y negociaba los pormenores de operaciones de suministro de estupefacientes” en su nombre.

Manuel Francisco A.V. sería el encargado de tramitar la compraventa de las embarcaciones y de visitar a los miembros de la red para transmitir los detalles de las conversaciones con el fin de evitar una reunión masiva que los pudiese poner en peligro.

Por debajo de Dorgambide se encontrarían M. M.M. y M.F.B. como coordinadores de la logística en cuanto a la carga y descarga de estupefacientes, mientras que el isleño J.C.O.R. asumiría el rol de patrón en las travesías hasta la costa africana. Estos son los seis principales investigados.

En un principio, la organización suministradora, de origen marroquí, no tendría problema en realizar la operación durante el Ramadán, pero en una reunión en Arousa el contacto marroquí dijo que tendría que hablar con sus jefes para ver si habría que esperar a que finalizase o no. La operación se fue posponiendo.

Finalmente el “Otero” se traslada al puerto de Rianxo el 5 de mayo y el día 18 zarpa de allí con J.C.O.R., A.C.D. y M.S.R. a bordo. Pero al día siguiente la madre de uno de los implicados da el aviso de que estaban siendo investigados, por lo que J.C.O.R. y José Carlos S.R. se coordinan para abortar la singladura. Los tripulantes fueron recogidos en Huelva por gente de la organización.

En una conversación telefónica, uno de los tripulantes “da todo lujo de detalles” de la cantidad a transportar, 6.000 kilos, así como de las causas de la cancelación de la maniobra. En tierra, una nave en Catoira serviría como centro de reuniones.

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