Medio centenar de peluches recogidos a las puertas del centro de salud de Monte da Vila para que en Navidad ningún pequeño quede sin juguete dejan en la retina una primera imagen de solidaridad pero también de preocupación por la vulnerabilidad de la infancia cuando se les priva de un derecho fundamental como es una sanidad digna.
A media mañana empezaron a concentrarse este domingo las madres más preocupadas por la falta de pediatras y matronas. Empujaban los carritos cuesta arriba en una especie de vía crucis para demostrar que están dispuestas a conseguir la reposición del servicio de pediatría pues O Grove tiene 1.600 cartillas infantiles, muchas de ellas sin cubrir porque no hay médico que haga el seguimiento obligatorio.
El alcalde José Antonio Cacabelos acompañó durante casi una hora a los participantes en la protesta. Se muestra muy preocupado por el deterioro de un centro que hasta hace año y medio contaba “con siete médicos y dos pediatras para los más de 11.000 afiliados”.
El regidor es consciente de que la solución al problema está aún lejana “pues en la última reunión con el gerente del área sanitaria –José Flores– ya se nos advirtió de las dificultades para encontrar especialistas”. Con todo, el centro empieza a recuperar cierta normalidad. “Tras las últimas manifestaciones multitudinarias hemos conseguido que haya seis médicos de familia, aunque uno se acaba de jubilar este viernes pero su baja se cubrirá en breve”, explica.
Pero el problema enquistado está en Pediatría que también por las protestas consiguió que la médica de Baltar, que tiene un máster en puericultura, “venga dos veces por semana”. Claro está, no es la solución idónea que se espera en una localidad que ha conseguido revertir de nuevo la curva de natalidad: “Hasta hace poco nacían entre 50 y 60 niños al año y los últimos datos dicen que se ha aumentado a 70/80, en una línea similar a la de población”, pone de manifiesto el alcalde.
Un problema enquistado
Le acompaña en la concentración el concejal Javier Caneda. Es médico de familia en Monte da Vila y conocedor del enorme problema que tiene la sanidad “derivado de una tremenda falta de previsión desde hace 12 años”.
Allá por 2010, asegura el médico grovense, se advirtió a la Consellería de que al 40% de los médicos les correspondía jubilarse “y no hubo una previsión de reposición de plazas”. Ahora no queda más remedio que buscar fórmulas “parche”, por lo que a los facultativos del área se les hace peregrinar por los distintos centros de salud y cubrir guardias intempestivas. Más bien, intolerables.
Turnos imposibles
“Hay fines de semana que un mismo médico tiene que hacer guardia en Baltar el viernes y el domingo en O Grove..., y por el medio le endosan el sábado en Cambados”, lamenta. Entretanto, frente al centro de salud de Monte da Vila, las madres hacen la espera mientras llevan a la mesa los peluches con pegatinas en las que sobresale el lema “Coa nosa saúde non se xoga”, que la plataforma distribuyó entre los asistentes al acto reivindicativo.
El de O Grove fue uno más de los que ayer se convocaron en las comarcas de O Salnés y Umia, con concentraciones en Sanxenxo o Caldas, por idéntica razón. Y es que en la Consellería se admite que es la comarca paradigmática, el kilómetro cero de las carencias en materia de sanidad.
Peregrinaje
Los padres admiten cierta resignación. “Si mi hijo se pone mal vengo al centro que me corresponde y si no subo en coche a Baltar o Cambados; y en último caso hasta el Hospital de Pontevedra”. La bola de nieve colapsa también las Urgencias en los centros de referencia pues pocos pediatras aceptarían cubrir una plaza en la que les asignen 1.600 cartillas sanitarias.
Advierten del aumento de casos graves en niños
Tanto en Baltar como en O Grove, la plataforma SOS Sanidade leyó un comunicado en el que se denuncia la falta de profesionales y de especialistas, así como los reducidos horarios de atención a los pacientes. Explican que las consecuencias inmediatas para los vecinos son: “Desatención y abandono sanitario, usuarios itinerantes, sobrecarga de los profesionales, prácticas médicas dudosas o de calidad cuestionable, incumplimiento de las revisiones médicas infantiles, inexistencia de programas de prevención”, entre otras. Pero también alertan del “alarmante aumento de menores con problemas de salud física y mental que están desatendidos por lo que nadie les diagnostica ni se les deriva a los especialistas correspondientes”. Por todos estos motivos exigen que se asignen a los centros de salud los“pediatras y matronas” que corresponden. “Instamos a las autoridades a que cambien de forma urgente este modelo asistencial de máxima precariedad en la atención primaria”, resumen en el manifiesto que leyó una portavoz de la plataforma.
