Los trabajos de exhumación del sepulcro de Juan Mariño de Soutomaior están ya en su fase definitiva. La intención no es otra que encontrar rasgos genéticos que refuercen la tesis de los orígenes gallegos de Cristóbal Colón en base a un estudio encabezado por la Universidad de Granada.
Confirmar el vínculo del descubridor de América con la casa de los Soutomaior tiene su nudo gordiano en la apertura de la tumba del fundador de Vilaxoán, ubicada en la iglesia de San Martín de Sobrán, en un estudio encabezado por el arqueólogo Antonio Castro y amparado por la Asociación Colón Galego.
Fue la pasada semana cuando se iniciaron los trabajos para la apertura de la lápida. Un proceso que requiere de un considerable andamiaje para hacer frente a las dificultades derivadas del enorme peso de la parte superior del tallado sepulcro y el escaso espacio disponible para la introducción de las eslingas que soportarán el desplazamiento de la piedra superior para su apertura.
Sindo Mosteiro, historiador que está registrando la actuación a realizar, señaló que “la iglesia tuvo obras de restauración en los años 50 y eso provocó un movimiento de paredes que generó una acumulación de escombros que hubo que limpiar para poder empezar con los trabajos de apertura. El problema es que el espacio es muy reducido para introducir las cinchas por las ranuras y poder mover la tapa de la tumba”.
Cabe destacar que el peso de la parte superior del sepulcro alcanza los 1.800 kilos. Añade Sindo Mosteiro que “normalmente las tumbas de aquella época se hacían mucho más ligeras. En este caso estas singulares características dificultan el trabajo de apertura, pero especialmente por la difícil ubicación que tiene pegada lateralmente a una pared y con muy poca maniobrabilidad”.
El restaurador cambadés José Aguiño es el que está realizando las labores de apertura que, tras la retirada de muestras para el estudio genético, se completará con un nuevo sellado del sepulcro. Afirma a este respecto que “no hay ni un milímetro de más. Está todo tan limitado que hay que hacerlo con mucho cuidado para no dañar la estructura”.
El sepulcro aparece dispuesto bajo un arcosolio y pegado a una pared. En este sentido, Eduardo Esteban Meruéndano, presidente de la Asociación Colón Galego, subraya que los trabajos también permitirán “conocer la parte oculta del sepulcro que, como muchos otros, pudo haberse hecho para presidir la iglesia aunque luego hubiese sido retirado hacia una pared”.
La idea inicial era que la parte superior de la tumba pudiese desplazarse y acceder al interior de la misma mañana jueves, aunque el restaurador José Aguiño ve esta posibilidad un tanto precipitada debido a la obligatoriedad de velar por la conservación del lecho.
Poio es la otra plaza clave en la investigación
Donde sí han terminado los trabajos es en el Adro Vello del cementerio de San Salvador de Poio. Allí se han recogido alrededor de una treintena de huesos que pasarán a ser analizados en la Universidad de Granada dentro de una investigación encabezada por Antonio Lorente para confirmar así la teoría que defiende la Asociación Colón Galego.
La humedad amenaza el estado de los restos
La doctora Alicia Padín valoró ayer tras su visita a la iglesia de San Martiño de Sobrán que “es un gran acontecimiento el que se proceda a abrir un sepulcro de más de 500 años de antigüedad y debería ser puesto en valor”. Por otra parte, también se refirió a la humedad y a las filtraciones de agua que sufre el templo vilaxoanés y que apuntan a que los restos que se extraigan en las próximas horas puedan estar muy deteriorados.
