Nuevo susto en Vilagarcía provocado por el desprendimiento de elementos de un edificio a la vía pública. En esta ocasión sucedió en la calle Moreira Casal, en un inmueble relativamente nuevo compuesto por bajo, cinco plantas y áticos. La caída de una teja hizo que se movilizase el Servicio Municipal de Emerxencias, que balizarían posteriormente parte de la acera tras constatar que podrían caer otras tejas, sobre todo en previsión de que el viento sople con cierta intensidad durante las próximas horas.
En realidad, los vecinos explicaron que la teja ya se había desprendido hace unos días, pero nadie avisó del incidente hasta ayer. El equipo de emergencias se desplazó con una autoescalera para comprobar el estado de la cubierta. Fue entonces cuando observaron que había riesgo de caída de otras tejas, por lo que se optó por balizar la acera hasta que un técnico determine si, en efecto, las piezas están mal sujetas y hay que actuar sobre ellas.
El incidente se produjo en la parte posterior de Moreira Casal, en un lugar por el que pasan diariamente decenas de personas por la proximidad de la estación de tren.
Desprendimientos anteriores
En lo que va de otoño ya se han producido otros dos casos similares en Vilagarcía. A mediados de octubre, un canalón se desprendió de la fachada de un edificio de la calle López Cuevillas, sin causar daños personales ni materiales. Apenas unos días después, el Servicio de Emerxencias tuvo que actuar en la calle Castelao, tras la caída a la calle peatonal de varios elementos de la fachada desde uno de los edificios más antiguos del vial.
Este tipo de problemas en las fachadas son relativamente frecuentes en Vilagarcía. En abril pasado, una plancha metálica terminó en la calle en A Marina. Con anterioridad, se produjeron sucesos de este calibre en San Roque, la plaza de España (precisamente, estos días se están arreglando las deficiencias), Os Duráns, Fariña Ferreño y O Castro, por citar algunas calles.
Pero ningún episodio fue tan grave como el provocado por una plancha de piedra que se desprendió de un edificio en Xeneral Pardiñas en septiembre de 2020, que dejó en estado crítico al propietario de una pizzería de la plaza de Galicia, un empresario de 54 años.
