El colegio salesiano A Mercé, de Cambados, cumple 75 años, y lo celebra hoy con un acto al que están invitados los miembros de la actual comunidad educativa, antiguos alumnos y profesores, así como personas relacionadas con la historia de este centro concertado. El prólogo a este acto lo pusieron ayer los estudiantes, con la plantación simbólica de dos árboles y un concierto, en el que participaron también antiguos alumnos de este colegio, en el que se le da una gran importancia a la enseñanza musical y que aún hoy presume de haber tenido entre sus pupilos al cantautor berciano Amancio Prada.
La celebración empezó a mediodía con la plantación de un avellano y un nogal en un terreno próximo a la viña, de la que se ocuparon los alumnos de Agrojardinería y composiciones florales. Tras este acto, cargado de simbolismo por todo lo que implica de esperanza en el futuro, la comunidad educativa se trasladó al salón de actos, donde hubo una actuación musical y el exdirector e historiador Ildefonso García Nebreda dio un breve discurso sobre la historia de la institución en Cambados.
Priorato y pazo
La historia del colegio suma 75 años, pero la finca en la que se encuentra tuvo inquilinos desde unos siglos antes. De hecho, fue un priorato dependiente del monasterio de Armenteira y la edificación más antigua de las que se conservan hoy en día, reconvertida posteriormente en pazo, es de 1666.
La leyenda cuenta que en una esquina del jardín se conservan hoy un banco y una mesa de piedra en la que los monjes cobraban los tributos a los vecinos de Castrelo y las aldeas adyacentes.
En 1836, la historia de esta finca ubicada en el lugar de Serantellos dio un giro de 180 grados debido a la Desamortización de Mendizábal. La propiedad quedó abandonada, hasta que en 1842 la adquirió Vicente Cuervo, patriarca de una familia de marinos andaluces. Poco después heredó la finca un hijo, que creó en ella una escuela de guardamarinas.
Ildefonso García Nebreda, un palentino que se formó como salesiano en Cambados entre 1956 y 1960, y que posteriormente dirigió el colegio, explica que esa escuela tuvo una vida efímera, pasando pronto a manos de Manuel Latorre, un rico indiano que, al parecer, tuvo que desprenderse de la propiedad por deudas contraídas con el juego.
Sin embargo, el propietario cuyo nombre ha quedado grabado a fuego al del antiguo pazo de Serantellos fue Manuel del Valle, un hispanofrancés que lo compró en 1902, y padre de María Dolores del Valle Bechade, “A Francesa”.
La donación
Una parte de la historia de Cambados no se entendería sin María Dolores del Valle, una mujer profundamente religiosa que donó buena parte de su legado a instituciones públicas. Gracias a dichas donaciones, durante décadas el Cambados de fútbol jugó sus partidos en A Mercede; y hoy el Ayuntamiento disfruta de un moderno y amplio Auditorio a escasa distancia de la iglesia parroquial. En 1943 cedió la finca de Serantellos a la comunidad salesiana, que llevaba medio siglo asentada en Galicia.
El primer seminario que abrió esta comunidad religiosa en Castrelo empezó a funcionar en octubre de ese mismo 1943. Fue un centro exclusivamente masculino hasta 1997, año en el que se incorporaron las mujeres a las aulas. Fueron algunos de los momentos esenciales en la historia de este colegio, cuya fachada no pasa desapercibida gracias a la imagen de una María Auxiliadora de cuatro metros y medio de altura.
Otro aniversario
Las actividades de aniversario continuarán durante todo el curso lectivo. Sin salir de Cambados, también el instituto Ramón Cabanillas está inmerso en una efemérides destacada, como es la de sus Bodas de Oro. Ambos centros han desempeñado durante décadas un protagonismo principal en el mapa educativo de toda la comarca, puesto que tuvieron alumnos no solo de Cambados sino de varios municipios colindantes.
