Música, misas, vino y, sobre todo, pulpo. Así se celebra el San Simón en Baión (Vilanova), y así se despide la temporada de fiestas y verbenas en la comarca.
Es cierto que puede quedar alguna cita puntual pendiente y que pronto llega el San Martiño, pero cuenta la tradición que el San Simón es algo así como el broche de oro oficial a las fiestas y al verano, marcando también la llegada del frío, las lluvias y los grises días del otoño-invierno.
Es lógico, teniendo en cuenta que se celebra cada último fin de semana de octubre y, en consecuencia, coincide siempre con el cambio horario, por lo que se acortan los días y el olor a castañas asadas toma la comarca.
Antesala del Samaín
Como volvió a suceder durante este fin de semana que sirvió de antesala a las fiestas de Samaín o Halloween –como se prefiera–, Difuntos y Todos los Santos, esta vez con una jornada dominical de San Simón sorprendentemente marcada por la ausencia de lluvias e incluso temperaturas elevadas.
Fue ese buen tiempo el que propició una masiva afluencia de ciudadanos de Vilanova, Caldas, Meis, Cuntis, Vilagarcía, Catoira y otros muchos municipios cercanos; o no tanto.
Romeros que escucharon a los gaiteros y a las orquestas encargadas de las verbenas, que compraron rosquillas y que asistieron a misa.
Pero romeros, sobre todo, que no podían marcharse sin saborear, porque así lo manda la tradición, el pulpo “á feira” de San Simón.
12 euros la ración
Un cefalópodo que en los últimos tiempos ha disparado su precio y que en esta fiesta se vendía a una media de 12 euros la ración, que dicho así no parece tanto (tal y como están las cosas y la cesta de la compra), pero todo depende de la cantidad.
De ahí que algunos comensales se detuvieran a sacar la calculadora y hacer cuentas, para concluir que, con raciones de entre 15 y 17 tajadas, cada una de ellas se cotizaba a casi un euro, que no está nada mal.
En mangas de camisa
Precios al margen, lo cierto es que las carpas y restaurantes ambulantes instalados en el entorno de la capilla de San Simón y el polígono industrial de Baión, donde se montó la fiesta y se organizaron buenas comilonas, verbenas y misa de campaña, presentaron una muy buena imagen durante la soleada jornada dominical.
La misma que algunos disfrutaron en mangas de camisa, como queriendo pedir a San Simón que prolongue un poco más el tiempo de fiesta.
Otra cosa será que el santo atienda a razones.
