Entre preocupados e indignados, los grovenses denuncian el estado que presenta un ruinoso inmueble del centro urbano que, a pesar de estar ya semiderruido, mantiene sus paredes en pie.
Las mismas que presentan un preocupante estado de conservación y amenazan con desplomarse en cualquier momento sobre la acera y la carretera, lo cual pondría en peligro tanto a peatones como a automovilistas.
La policía ya informó al Concello en verano
Así lo denuncian los ciudadanos del entorno y así lo advirtió ya la Policía Local el pasado verano, cuando emitió un informe dando cuenta del peligroso estado en que se encuentra esta vieja casa.
Se sitúa en la intersección entre la calle Luis A. Mestre, que accede al centro de la vila meca desde Borreiros y Ardia, y la avenida de Portugal, que avanza hacia la iglesia de San Martiño, el colegio Rosalía de Castro y San Vicente.
Un lugar concurrido
Es, por tanto, una zona enormemente transitada, tanto a pie como en coche, que usan los grovenses para acudir al templo parroquial, al centro educativo citado, a una academia cercana y a otros muchos negocios y establecimientos de todo tipo cercanos, además de tratarse de un entorno habitado repleto de viviendas.
Es por todo ello que los denunciantes de la situación referida exigen respuestas inmediatas al gobierno local, pidiéndole “que inste a los propietarios a derribar lo que queda en pie de la casa o a vallarla para que no se produzcan nuevos desprendimientos”.
Y si los dueños no acceden, “que sea el Concello el que se encargue de ello previa tramitación del correspondiente expediente”, señalan los afectados.
Mala imagen y peligro en aumento
Además de criticar que no se actuara todavía y mostrar imágenes en las que se aprecia el pésimo estado de la estructura y la existencia de trozos de la pared tirados sobre la estrecha acera, estos ciudadanos advierten de que “ahora que llegan las lluvias y los temporales de viento el riesgo se multiplica”.
Temen “que el día menos pensado tengamos alguna desgracia que lamentar”, de ahí que insistan en denunciar el estado en que se encuentra esa vieja vivienda que, además de resultar un peligro, afea la imagen de un pueblo turístico como el meco.