El temporal que arreció durante toda la mañana en la provincia de Pontevedra convirtió A Lanzada en un espectacular recinto natural para las competiciones de windsurf. Había bandera roja y olas de hasta cuatro y cinco metros de altitud, unas condiciones especialmente favorables para la práctica de este arriesgado y estimulante deporte.
Una treintena de surfistas de toda Europa -había alemanes y holandeses, entre otros- se dieron cita en el campeonato gallego, que en esta ocasión permitió las mejores acrobacias merced a las fuertes rachas de viento, la lluvia y el movimiento del mar.
Todo un espectáculo digno de ver desde los acantilados y de disfrutar sobre una tabla para aquellos privilegiados que se han dato cita en la idílica playa de A Lanzada.
Mientras en tierra, O Salnés tuvo una jornada desapacible pero sin grandes sobresaltos. Apenas algún contenedor movido de su sitio y pequeños desprendimientos de tierra en carreteras secundarias.
Mucho más tranquilo que estos días pasados cuando Eolo derribó un centenario magnolio en Carril y arrancó ramas de palmeras afectadas por el picudo o gorgojo.
Por la tarde, el temporal amainó lo suficiente para permitir la entrada del sol, con lo que muchos ciudadanos volvieron a salir a la calle para disfrutar de los paseos por el centro de la ciudad y la visita a las tiendas abiertas.
Una jornada, en definitiva, que fue aprovechada por todos, especialmente los deportistas que en absoluto contaban con cabalgar al galope sobre las olas y con hacer maniobras de vértigo sobre sus tablas impulsadas por las velas.
Las previsiones de alerta naranja en la costa atlántica seguían activa en la página del 112 por la tarde, aunque el cielo despejó. Con todo las lluvias parece que continuarán presentes, al menos durante los próximos 10 días.