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El "acuapark” de Meis convertido en una jungla

La empresa se comprometió a reanudar las obras este mes de octubre, pero en la parcela no hay movimiento alguno

La tierra de las escorrentías llega a la pista vecinal. NOÉ PARGA

La parcela en la que se iba a construir el parque acuático más grande de Galicia está ahora convertida en una jungla de retamas. Algún arbusto ya supera los dos metros de altura. Ese es el aspecto que presenta la finca, y todo apunta a que la empresa promotora del parque de ocio, Crelpabe, tampoco esta vez podrá cumplir su promesa de empezar las obras. Hace unas semanas se comprometió con la alcaldesa, Marta Giráldez, a regresar a Penente como muy tarde a finales de este octubre, pero a estas alturas de mes no hay rastro ni de operarios ni de maquinaria.

Con la llegada de las primeras lluvias intensas del otoño, ha regresado al vecindario de Penente el temor a que se produzcan escorrentías de agua y barro, fruto de los movimientos de tierra que se hicieron en la antigua cantera sobre la que se pretendía levantar el parque acuático. Por el momento no se han producido grandes incidencias en este sentido, tal vez gracias al espeso bosque de matojos que ha crecido en toda la finca, y que evita la erosión incontrolada del terreno.

Una pista destrozada en una cuneta, pendiente de arreglo. | // NOÉ PARGA

Pero sí está muy afectada la pista que pasa por la parte baja del parque acuático, y que da servicio a algunos residentes en la aldea. Frente a la entrada principal del parque sí se ha acumulado una cierta cantidad de tierra y piedras, procedente del acceso a las obras. Pero es todavía más grave el deterioro de la calzada en uno de sus márgenes. La pista está erosionada y parcialmente hundida junto a una de las cunetas y, apenas unos metros después, ha desaparecido una pequeña franja de asfalto.

En esa zona se ha formado un socavón que puede resultar muy peligroso para la circulación, pues está pegado a un desnivel y ni siquiera está bien señalizado el peligro en la vía.

Así las cosas, el Ayuntamiento de Meis podría empezar a estudiar en breve el inicio del procedimiento administrativo para hacer uso del aval de 100.000 euros que Crelpabe depositó en el Concello al inicio de los trabajos.

Vista de la zona de toboganes, tomada ayer desde el exterior de la finca. | // NOÉ PARGA

Hace ahora un mes, la alcaldesa, Marta Giráldez, convocó a los vecinos de las aldeas colindantes para pulsar su opinión sobre qué hacer con el parque. Los afectados apostaron por darle una nueva oportunidad a la empresa, pues el proyecto les gusta y los promotores le aseguraron a la regidora que reanudarían las obras en un plazo máximo de un mes.

Pero ese plazo está próximo a agotarse, y la sociedad mercantil no ha dado ningún paso en firme para sacar a foto el ambicioso proyecto. En la asamblea vecinal se acordó que si Crelpabe volvía a incumplir su palabra, el Concello ya iniciaría el proceso de cobro de la fianza de forma automática, sin la necesidad de convocar una nueva asamblea. Con esos 100.000 euros, el municipio podría reparar algunos de los desperfectos causados por la obra. Así, se arreglaría la pista dañada y se cerraría bien la finca para evitar la erosión y las escorrentías.

Dos entradas abiertas de par en par

Un aspecto que preocupa mucho al vecindario es la posibilidad de que alguien entre en la parcela y sufra un accidente, ya que hay numerosos desniveles, socavones y restos de hierros. El acceso a la finca es muy sencillo porque al menos dos de las entradas al recinto están abiertas de par en par. De hecho, ya se ha visto a gente recorrer el parque por la noche o acceder a él en moto o quad.

El aspecto general de la propiedad es de completo abandono. A la maleza, que ha crecido y colonizado gran parte de la superficie del terreno, se suman las grandes pintadas en los edificios de hormigón y los restos de actos vandálicos. Las pistas de tierra que recorren la parcela, y que en un tiempo fueron utilizadas para trabajar están ahora destrozadas por los profundos surcos formados por el agua de la lluvia. Los trabajos llevan paralizados prácticamente dos años. La entidad promotora, Crelpabe, ya pretendía abrir el “acuapark” de Meis antes de la pandemia, pero sus planes se fueron retrasando una y otra vez.



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