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La Xunta equipara Areoso con Cíes y limita el acceso de personas para su protección

El plan de usos se dará a conocer el próximo martes, pero contempla un permiso para 100 personas diarias y 20 fondeos en temporada alta | Se aplicará en Semana Santa

Visita de Ángeles Vázquez a A Illa para presentar el plan de usos del islote. Noé Parga

Muchos años después de que Concello y Cofradía de A Illa comenzasen a alertar del grave impacto que el turismo masivo provoca en el islote Areoso, la administración autonómica ha reaccionado, diseñando un plan de usos conservacionista para garantizar que la pequeña lengua de arena no acabe sucumbiendo a la presión turística. La encargada de presentar este plan fue la titular de la Consellería de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, departamento que ha estado trabajando en un plan de usos que aplicará medidas de protección similares a las que ya se están realizando en el Parque Natural Illas Atlánticas, con Cíes, Ons y Sálvora.

La principal novedad es el establecimiento de una cuota diaria tanto para el fondeo de embarcaciones como para la visita al islote. Así, en temporada alta (desde el 15 de mayo al 30 de septiembre y Semana Santa) se permitirán hasta 20 fondeos y 50 personas por cada una de los dos turnos (mañana y tarde), mientras que en temporada baja, el límite será de 10 fondeos y 20 personas. En el caso de las visitas a los islotes, la recomendación es hacerla en grupos de no más de 20 personas, acompañados de un guía (5 en temporada baja) y se evitará la coincidencia de los grupos.

Desde que se pusieron a trabajar en el plan de usos, los técnicos de Medio Ambiente se encontraron con la dificultad de permitir el disfrute de un paraje natural con su protección, sobre todo cuando el riesgo para el entorno es elevado. Conciliar “ese uso con una carga admisible nos llevó a tomar esta decisión”, explicaba ayer el jefe territorial de Medio Ambiente en la provincia de Pontevedra.

A mayores, también se regula el atraque de embarcaciones relacionadas con las actividades de uso público en los islotes, que deberá efectuarse sobre el medio litoral para preservar los hábitats y especies. Al igual que en lugares como la playa de As Catedrais o cualquiera de las Illas Atlánticas, las personas que quieran acercarse a disfrutar de Areoso van a poder hacerlo a través de la página web de la Consellería o a través de una aplicación telemática sobre la que se está trabajando y a través de la que se podrán gestionar tanto el acceso de personas como los fondeos.

En lo que respecta a los usos y actividades que se prohiben, la titular de la Consellería de Medio Ambiente destacó la acampada, la caza y la pesca recreativa o deportiva. También estará prohibido la recolección de especímenes y muestras biológicas, animales y plantas, así como la práctica de botellón, hacer fuego o el empleo de aparejos que perturben la tranquilidad del hábitat. Entre las actividades permitidas se encuentran el tránsito a pie por la arena, el submarinismo en apnea sin pesas y el baño en la modalidad de snorqueling. A mayores, se incluirá la posibilidad de realizar actividades recreativas o culturales, siempre que no alteren el estado de conservación de los hábitats.

Existe también un apartado de sanciones e incumplimientos, destacó Vázquez en su visita a A Illa, unas sanciones que pueden ir desde los 100 euros de la más leve a los dos millones de euros si se aplica la de mayor cuantía. Los encargados de controlar los excesos de aforo que puedan registrarse serán otras instituciones, como es el caso de Capitanía Marítima o la propia Guardia Civil del Mar..

En principio, la orden se publicará el próximo martes, abriéndose un período de 15 días para la presentación de alegaciones, que rematará el 8 de noviembre. La conselleira reconoce que “nuestro principal objetivo es regular las actividades que se pueden desarrollar en el islote y limitar el acceso humano”. Destacó que, para hacer realidad este plan de usos que se viene reclamando desde A Illa “hubo una gran implicación de todas las administraciones, que buscamos fórmulas para mejorar la protección del islote; es cierto que ya pertenece a Rede Natura, pero la presión turística a la que estaba siendo sometido ha obligado a buscar medidas que nos permitan preservar esta joya”. Esta orden es considerada por Vázquez como “el método más adecuado para conseguir un equilibrio” entre la preservación medioambiental y el disfrute de un paraje natural ubicado en pleno centro de la ría de Arousa.

La edil de medio Ambiente del Concello de A Illa, Gabriele von Hundelshausen, se mostraba ayer muy satisfecha tras “comprobar que va a haber una orden que regule la afluencia de personas al islote”. Desde esa administración y desde la Cofradía siempre defendieron la necesidad de aplicar unos límites al “desmadre” en que se había convertido el islote en los últimos veranos, con decenas de yates y embarcaciones tomando al asalto la lengua de arena. “Esperamos que esto salga adelante y permita mejorar la experiencia de la gente que visita Areoso y, al mismo tiempo, permita mejorar la calidad ambiental de toda la zona”, explica von Hundelshausen.

Un largo historial de desmanes sobre sus dunas

La degradación que ha sufrido el islote en los últimos años es solo el efecto de una larga lista de desmanes que se han sucedido en los últimos años, todos ellos provocados por la mano del hombre. Aunque gran parte de los cambios en Areoso han sido provocados por las mareas, el islote tuvo que soportar en los años 60 las constantes retiradas de arena de sus dunas para rellenar las zonas que a día de hoy ocupan los viveros de Carril. Durante décadas, también se extraía del islote la arena utilizada en la construcción de viviendas en varios municipios limítrofes. En los años 80, el contrabando de tabaco también se cebó con el islote, al instalar dos enormes zulos que contribuyeron a causar un año prácticamente irreversible en el istmo que, desde hace algunos años, desaparece bajo las aguas, partiendo en dos Areoso. Más recientemente, los desmanes turísticos entre los que destaca la idea de un vilanovés de pasear en quad anfibio por encima de las dunas del islote.

Riqueza natural y arqueológica en peligro


El espacio de protección del que habla el plan de usos afecta a 1.073 hectáreas de superficie, de las cuales, las partes terrestres serían tan solo 49, de las que destacan el propio Areoso, Pedregoso o Rúa. Areoso es la zona terrestre más grande, con unas nueve hectáreas de superficie que esconden un alto valor medioambiental, pero también un importante legado patrimonial y arqueológico, gran parte del cual se ha perdido debido al avance inexorable de las mareas sobre la arena del islote. En el plano medioambiental destaca la gran duna móvil situada al norte del islote, que varía su posición en función de la marea. En esa duna y en la fija de la zona sur, suelen anidar varias especies de aves, entre ellas el chorlitejo patinegro, para el que existe un plan de recuperación y protección que incluye al islote. Además, todo el entorno de Areoso es clave par ala economía de A Illa, ya que son concesiones gestionadas por la Cofradía y por la OPP-20 donde se extraen productos como la almeja, las navajas o las centollas. El legado patrimonial también es muy importante ya que en Areoso se han llegado a catalogar hasta cinco mámoas y a localizar restos humanos de la época Castrexa, lo que hace pensar que el islote podía ser un lugar de culto hace miles de años. De las cinco mámoas, una ha sido destruida por los efectos del mar (mámoa 5), mientras que otra (mámoa 4) fue descubierta gracias a la acción del mar, protegida por Costas y Patrimonio y excavada por los arqueólogos. Costas y Patrimonio mantienen un importante muro a su alrededor para evitar que el mar pueda acabar por destruirla. Las otras tres permanecen enterradas en la zona sur del islote. En un lugar muy próximo a las mámoas 4 y 5 se localizaron amplias zonas de paleosuelo, del que los arqueólogos pudieron extraer varios elementos, entre ellos, parte de un maxilar humano de unos tres mil años de antigüedad.

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