No actúan en todos los concellos de la Mancomunidade, ya que Vilagarcía y O Grove poseen servicios propios, pero el servicio de lucha contra la presencia de la avispa velutina se ha convertido en uno de los indispensables a nivel comarcal. Desde su puesta en marcha, ha avanzado mucho, no solo en material, sino también en cuestiones técnicas para agilizar la retirada de los nidos de velutina, especialmente, aquellos que se encuentran más próximos a viviendas, donde se convierten en un auténtico riesgo para los vecinos. Aunque la actividad de las avispas se ha visto reducida de forma importante con respecto al verano, los operarios del servicio reconoce que este año se han encontrado con un mayor número de nidos, lo que demostraría que la especie ha vuelto a crecer en presencia después de varios años de freno.
“No tenemos muy claro cuales son los motivos, pero es probable que sea por las temperaturas suaves que se registran o por la abundancia de alimento, pero sí hemos notado un ligero incremento”, explica Chema Pedrouzo. Esa impresión la avalan los números, en lo que va de año, el servicio de lucha contra la velutina ha retirado un total de 1.042 nidos, una cifra récord que, además, supera a los retirados el pasado año, por la misma época, en 250. “Han conseguido adaptarse al clima y cada vez es más normal retirar en meses como enero, nidos activos del año anterior; sin encima se registra un otoño como el que estamos viviendo, su presencia es mucho más abundante”, explica Pedrouzos. Aún así, con respecto al verano “la presión ha bajado de forma importante, ya que estamos sacando una media de ocho o diez diarios, cuando en temporada estival llegamos a sacar 25 en un solo día a finales de julio y principios de agosto. Ese repunte se registra después de que las actividades de trampeo que realizan durante gran parte del año hayan funcionado “de manera extraordinaria, porque las más de 2.000 trampas que hemos repartido por la comarca han atrapado un considerable número de velutinas”.
Los municipios que más sufren la presencia de las velutinas son los de Meis y Vilanova, seguidos de Sanxenxo, una mayor presencia que tiene su explicación “por su mayor superficie, tanto territorial como forestal, y por la querencia de las velutinas por las zonas más húmedas y los árboles más altos”.
Desde su creación, el servicio ha ido ampliando poco a poco el material para perfeccionar su lucha. Entre los elementos que han resultado clave para esta mejora se encuentra la carabina que se utiliza para disparar perdigones de veneno a los nidos. A un nido de unos 20 litros de capacidad, se le disparan aproximadamente unos veinte perdigones que, en total, suman muy pocos gramos de veneno, pero el suficiente para acabar con la presencia de las avispas sin dañar a otras especies ni contaminar. “La carabina nos ha permitido ahorrar tanto en el plano económico, permite inyectar una pequeña cantidad de veneno, como en el temporal, ya que reduce mucho el tiempo para acabar con estas estructuras”, señala Pedrouzos. Lo más normal es que estos nidos tengan entre 20 y 25 litros de capacidad, pero este año “llegamos a retirar uno de 60 de un frutal de Sanxenxo”. Sin embargo, está lejos del retirado en la nave de una empresa de Meis hace un par de años, que tenía la capacidad de un contenedor de basura.