La sequía limita la proliferación de setas en los montes de la comarca de O Salnés

Presentes en las zonas más húmedas, la sequía que se viene arrastrando desde hace meses ha puesto en riesgo la aparición de setas en los montes de la comarca de O Salnés. En pleno otoño, cuando los hongos comenzaban a despuntar en años anteriores, es muy difícil encontrar algún ejemplar, y los que aparecen, están secos y agusanados. Así lo reconoce Carlos Álvarez Puga, representante de la asociación micológica A Cantarela de Vilagarcía que, en las últimas semanas ha realizado varios recorridos por el monte “y no se encuentra absolutamente nada”.

Álvarez Puga apunta que “este año, el otoño ha comenzado extremadamente seco, es muy raro que esto ocurra, que se mantenga todavía el calor que tuvimos en verano y que las precipitaciones sean muy limitadas, porque las que hemos tenido en los últimos días no sirven de nada”. La asociación tiene preparada una salida para el próximo día 23 y Puga indica que “poca cosa nos vamos a encontrar”. Las perspectivas que ofrece el monte son mucho peores que otros años, y eso que en los últimos tiempos ya fueron bastante pobres. “En otras zonas del interior de Galicia es probable que se pueda encontrar alguna, pero en la comarca de O Salnés va a ser muy limitado”.

Además de la sequía, que Álvarez Puga atribuye a los efectos evidentes del cambio climático, hay otros factores que también están contribuyendo a la ausencia de hongos en los montes de la comarca. Uno de los más graves son los incendios en montes como Xiabre o Lobeira, que “todavía no se han recuperado del todo de lo sucedido en 2006”. También contribuyen las cortas de madera a ras, al acabar con las zonas de pinos antiguos, donde mejor se crían los hongos. “Creo que las cortas deberían ser mucho más selectivas, porque lo contrario significa un mínimo de 16 años para que se den las circunstancias adecuadas para la aparición de los hongos”, explica Álvarez Puga. Además, la modificación del paisaje o el urbanismo desaforada también han contribuido lo suyo a impactar en los hongos. Un ejemplo son los pinares de la costa “en A Lanzada o Sanxenxo, que eran lugares en los que había una gran abundancia de setas; hoy no queda nada de ello y han acabado con una parte importante de monte”. A ello se suma la falta de cuidado que hay en otras zonas.

“Antes era más divertido ir al monte”

Con más de cuatro décadas acudiendo a los montes de la comarca a sus espaldas, Álvarez Puga lamenta que los hongos sean cada vez un bien más escaso. “Antes era divertido acudir al monte, porque siempre encontrabas algo, especies que eran muy abundantes antes, ahora son casi imposibles de localizar”. Es cierto, reconoce Puga, que han aparecido otras, como es el caso de la amanita cesárea o el pulpo, “prácticamente inexistentes hace treinta años y ahora relativamente habituales en los montes gallegos”. Otras especies de un alto valor gastronómico como los níscalos, es cada vez más complicado localizarlas. “No soy científico, pero creo que lo que está pasando con los hongos en los montes gallegos sirve para demostrar los efectos que causa el cambio climático”, tercia Álvarez Puga.

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