Beatriz Carballo Piñeiro y su padre, Jorge Carballo Lodeiro, llegaron a la plaza de Fefiñáns en un precioso Cadillac Eldorado descapotable de los años 50. Allí, fueron recibidos por los acordes de gaita de los músicos de Xironsa, y por las muestras de cariño de las 300 personas que habían sido invitadas a la boda de esta cambadesa. En el atrio de la iglesia de San Benito aguardaban también, impacientes, el futuro esposo, Francisco Javier Mayandía Aguirre, y su madre, María de la Soledad Aguirre Borrallo.

Beatriz Carballo lucía un vestido blanco de cola larga y velo de tul, diseñado por Valenzuela Atelier, una de las firmas más prestigiosas de Madrid, ciudad en la que está afincada la cambadesa. A las puertas de la iglesia, antes de acceder a la alfombra roja, recibió el saludo del cura párroco, José Aldao.

El enlace matrimonial de Beatriz Carballo, analista de riesgos del Banco de España, y del ingeniero madrileño Francisco Mayandía puede considerarse una de las bodas del año en O Salnés. La relación de invitados estuvo compuesta de 300 personas, llegadas de hasta 15 países de Europa, América y África.

Francisco Mayandía, con su madre, a la entrada de la iglesia de Santa Mariña INAKI ABELLA DIEGUEZ

Entre estos se encontraban altos mandos de los tres ejércitos españoles, compañeros del padre del novio, Antonio Mayandía Fernández, que es coronel en la reserva y estuvo al mando de la policía del Sáhara en los años previos a la descolonización. También estuvo en Cambados Luis Mayandía, tío y padrino del novio, comisario principal de la Policía Nacional, y responsable de la unidad central que investiga las redes de inmigración ilegal. Le acompañaban su esposa, la actriz Elena Martín, integrante del dúo Las Virtudes, y una hija, Blanca Mayandía, presentadora de un popular programa del Canal Cocina.

El viceministro del Interior de Argentina, responsables del Banco de España, y miembros de la magistratura y la carrera judicial arousana, amigos personales de Jorge Carballo, completaban una nutrida relación de invitados que pudieron disfrutar de una magnífica jornada típica del “veranillo de San Miguel”.

Un grupo de invitados, en la plaza de Fefiñáns INAKI ABELLA DIEGUEZ

La misa fue cantada por la coral Santa Mariña y allí se vivieron los momentos más intensos y emotivos de la jornada. Ya casados, la pareja saludó a sus amigos desde la puerta de la iglesia antes de salir juntos hacia O Grove.

La fiesta continuó en la finca Atlántida, conocida porque en ella veranearon en el pasado personalidades como el cantante Julio Iglesias o el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez. Allí, las extraordinarias vistas al mar rivalizaron con las bondades de la gastronomía.

Los novios optaron para el menú del banquete por ensalzar la gastronomía gallega y, más concretamente, sus pescados y mariscos, ya que el pulpo “á feira” fue uno de los grandes protagonistas de los aperitivos, para posteriormente dar paso a las cigalas, los camarones, las almejas o las lubinas.

Onceta, hija de Ons y del mar

Luis Mayandía, tío y padrino del novio, se emocionó mucho con este viaje, no solo por la boda de su ahijado, sino porque le dio la oportunidad de volver a observar unos paisajes que le cautivaron en su adolescencia, y que nunca había vuelto a recorrer. “Mis padres nos trajeron aquí cuando yo tenía 14 años. Nos enamoramos de esta tierra y nunca hasta ahora había podido volver”, rememora este comisario de la Policía Nacional, responsable de la lucha contra las mafias de la inmigración.

Luis Mayandía había estado entonces en Noalla, parroquia de Sanxenxo próxima a A Lanzada y la finca Atlántida, y afirma que fue precisamente en la extensa playa grovense, “donde aprendí el respeto que le hay que tener al mar”. Estos días, Mayandía ha recordado mucho a sus padres, y también las historias de aquel lejano verano, en el que alguien le contó que la pequeña isla Onceta que se divisaba en el horizonte era hija de la isla de Ons y del mar.