Juan Prieto Cacabelos “Pichi” y su bicicleta posaban ayer al lado de las banderas del Vaalserberg (Monte Vaals), una colina en la que convergen las jurisdicciones o divisiones territoriales de Países Bajos, Bélgica y Alemania.
Lo cual es tanto como decir que tras recorrer Noruega, desde el fiordo de Trondheim, Suecia, Dinamarca y Alemania, el solidario grovense cruza ahora Bélgica, mostrando a su paso todo tipo de joyas arquitectónicas y naturales.
Avanza así imparable en su ruta de 5.300 kilómetros dando pedales desde la cuna de los vikingos hasta tierras compostelanas para luchar contra el cáncer.
Con la intención de dar visibilidad a la lucha contra el cáncer, y al tiempo que recauda fondos para ayudar a cuantos padecen tan terrible enfermedad y a sus familiares, el grovense Juan Prieto Cacabelos “Pichi” lleva tres semanas dando pedales y contando a sus seguidores, en las redes sociales, cada detalle, momento o vivencia de interés de esta nueva aventura.
Una vez superada la intersección de fronteras, el “Drielandenpunt”, del monte Vaalserberg, Juan Prieto Cacabelos cuenta, por ejemplo, que fue en el día 22 de su recorrido cuando completó el tramo Aquisgrán-Namur, para adentrarse así en Bélgica por la Vía Mosana, siguiendo el cauce del río Mosa y “la pintoresca campiña belga”.
El consistorio y las llamativas calles de Aquisgrán –ciudad balneario situada cerca de la frontera alemana con Bélgica y los Países Bajos–, su catedral –fundada en el año 800 y Patrimonio de la Humanidad–, la fortificación belga de la ciudad de Battice, construida hace casi un siglo como defensa de la ciudad de Lieja y, en esta misma población, la colegiata Saint-Barthélemy, fiel reflejo del arte mosano románico y edificada con bloques de roca sedimentaria entre los siglos XI y XII son solo algunos de los elementos destacados de esta ruta en su llegada a tierras belgas.
Como lo son los 374 escalones que hay que subir en la montaña de Bueren para disfrutar a orillas del río Mosa, en la región francófona de Valonia, de la siempre recomendable visita a Lieja, un enclave de indudable relevancia comercial y cultural cuyo casco antiguo está repleto de monumentos medievales, como la colegiata antes citada, y el palacio de los Príncipes-Obispos, construido en el siglo XVI en la plaza Saint-Lambert.
Ejemplos de la belleza que, junto a todo lo que ofrece Namur, la capital de la región de Valonia, hacen a “Pichi” recobrar fuerzas con cada pedalada y cada fotografía que muestra en las redes sociales, tratando así de implicar a la sociedad en esta solidaria ruta a favor de la delegación en O Grove de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Lo hace tras superar etapas tan duras como la de Munster-Duisburg, que le permitió una primera toma de contacto con el río Rin, y la de Duisburg-Koln, donde pudo maravillarse con la Catedral de Colonia.
Y es que mientras el canciller alemán Olaf Scholz conversaba con el alcalde de O Grove, José Cacabelos, para recordar sus tiempos de estudiante de español y turista en la villa meca, el grovense Juan Prieto Cacabelos estaba atravesando el país germano subido a su bicicleta.
De ahí que contara al detalle su paso por ciudades tan conocidas como Dusseldorf o Wesel, mostrando a cuantos lo siguen en esta causa solidaria lugares y elementos tan singulares como las iglesias de San Lamberto y de Appelhulsen, así como los canales y llamativos puentes del navegable río Rin.
Todo ello, hay que insistir, forma parte de las vivencias de “Pichi” en este nuevo reto solidario iniciado en Noruega el mes pasado y que tras pasar por Suecia, Dinamarca y Alemania lo lleva ahora por Bélgica en dirección a Francia.
Un recorrido caracterizado no solo por la belleza de los lugares que muestra el ciclista, sino también por la dureza que marca la propia distancia a recorrer y el estado de algunos tramos, así como por las adversidades meteorológicas y otros muchos condicionantes.
Pero a “Pichi”, esa dureza y la soledad que se ve obligado a soportar parecen darle igual, ya que en su mente y su corazón solo tiene un objetivo, como es el de seguir avanzando para recaudar fondos con los que luchar contra el cáncer.
De ahí que anime a los ciudadanos a colaborar. Algo que es posible “apadrinando” kilómetros, para lo cual pueden entregar cualquier cantidad, a partir de un euro, a través del enlace www.migranodearena.org/widget/pedaleando-contra-el-cancer.
Aquellos que lo prefieren, también pueden sumarse a esta causa ingresando sus donativos directamente en la entidad crediticia Abanca, para lo cual deben hacer constar la referencia “Pedaleando contra el cáncer” al utilizar la cuenta con el número ES76-2080-5401-5430-4020-3035.
Los antecedentes
Muchos recordarán a "Pichi" porque este grovense de 57 años recorrió en su momento más de 4.000 kilómetros en bicicleta, para dar la vuelta a la Península Ibérica, en 36 días.
Otros habrán escuchado su nombre cuando hizo otros 1.600 kilómetros para recaudar dinero en favor de Cáritas O Grove.
Y algunos recordarán que el año pasado completó 2.970 kilómetros más, estos entre Roma y Santiago de Compostela, para ayudar a la asociación comarcal Anduriña, asentada en O Grove y centrada en el apoyo a las personas con discapacidades y a sus familiares.
Ahora “Pichi”, que en su “curriculum” tiene también 1.847 kilómetros desde Ginebra (Suiza) y 1.284 a lo largo de las riberas del río Duero, se encuentra de nuevo en la carretera con el reto “Mis pedaladas, tus pasos”.
