En cuanto FARO DE VIGO adelantó ayer la vinculación del canciller alemán Olaf Scholz con O Grove, los vecinos sacaron a relucir el conocido “orgullo meco” para recordar la estrecha vinculación entre su pueblo y el país germano.
De este modo, salieron a relucir testimonios de ciudadanos que fueron profesores del canciller en la desaparecida academia Atlántica, cuando en los años ochenta era uno de sus alumnos.
Al igual que se posicionaron ciudadanos que contaron cómo los estudiantes alemanes tomaban el pueblo cada verano, recordando que iban a la plaza de abastos y hablaban en su propio idioma con algunas pescantinas mecas que lo conocían bien, por haber sido emigrantes.
Se formaron parejas sentimentales
Otros grovenses recordaban que hay ciudadanos de este pueblo viviendo en Alemania porque sus parejas son de allí, al igual que hay germanos en la villa meca, por la misma razón.
Lo cierto es que fueron muchas las vivencias, sensaciones, recuerdos e incluso emociones que, de pronto, salieron a relucir ayer en O Grove, a medida que se conocía la noticia avanzada por el decano de la prensa nacional.
Y todo, cabe recordar, porque el alcalde, José Cacabelos, acudió en la tarde noche del miércoles a la cumbre hispano-alemana que se celebraba en A Coruña para reunirse con el canciller alemán y el presidente de España, Pedro Sánchez.
Y es que Olaf Scholz había dicho en diferentes reuniones previas, y no sin cierta nostalgia, que siendo joven había pasado un verano estudiando español en O Grove.
Fue por ello que Pedro Sánchez y su equipo quisieron sorprenderlo invitando a José Cacabelos para que, como representante del pueblo meco, pudiera asistir al acto de despedida y cena de gala de la cumbre internacional.
De este modo pudieron presentarle al canciller alemán, con el que Cacabelos y el propio Pedro Sánchez pudieron conversar largo y tendido.
Obras de Carlos Álvarez Besada
Un encuentro que el regidor aprovechó para entregarles sendos cuadros, dos acuarelas con vistas de O Grove y A Toxa elaboradas expresamente para la ocasión por el artista local Carlos Álvarez.
Aquella etapa (en la academia) sirvió para dar a conocer O Grove en Alemania cuando todavía no había demasiada promoción turística, ya que cuando se marchaban hablaban maravillas de nuestro pueblo
Además, entre bromas, risas y una entretenida conversación, en la que no faltaron los aplausos –sobre todo de Sánchez–, Cacabelos entregó al germano una pequeña escultura que es réplica del monumento a la familia marinera y mariscadora que puede verse en O Corgo.
Es una obra, cabe recordar, de considerables dimensiones y situada en pleno corazón del recinto ferial de la Festa do Marisco y fue esculpida hace décadas por Alfonso Vilar, un reconocido artista nacido en Vilalonga (Sanxenxo) el 15 de septiembre de 1927, fallecido en enero de 2011.
Obsequios a los que el primer edil grovense añadió su compromiso de iniciar un expediente para nombrar Hijo Adoptivo de O Grove a Olaf Scholz, “para que pueda mantener su vínculo con nuestra gente y que se anime a visitarnos siempre que quiera”.
El primer edil, que insistió varias veces en esa invitación, explicó a FARO que cuando lo llamaron para reunirse con el canciller alemán no lo dudó “ni un momento”. Para añadir que O Grove “siempre fue un destino preferente para muchos alemanes”.
Y todo porque “en los años ochenta y noventa eran muchos los que acudían a nuestro pueblo para estudiar español y hacer turismo; visitas que siguen produciéndose hoy en día, aunque no con tanta intensidad como antes”.
Una oportunidad para recuperar turistas germanos
Tras reunirse con el canciller alemán, el alcalde José Cacabelos Rico agradecía la oportunidad que le ha brindado el Gobierno de España, al tiempo que destacaba que resultaría interesante para su pueblo no solo recibir la visita de tan ilustre invitado, sino también recuperar el turismo alemán que antaño tanto se hizo notar en esta villa.
Lo cree una buena idea para seguir apostando por el desarrollo económico de su localidad, la cual, si bien no puede competir en horas de sol con otros destinos elegidos por los germanos, sobre todo en el Mediterráneo, sí tiene mucho que ofrecerles y con lo que diferenciarse.
Baste citar su gastronomía, la ornitología, las singladuras por la ría de Arousa en catamarán, la Ruta Xacobea do Mar de Arousa e Ulla y las aguas termales de A Toxa, entre otros muchos encantos.
“Esa academia hizo más por Europa que la Unión Europea”
Sabe mucho de ello Andreas Shellenberg, de 65 años y actualmente dando clases en Conil de la Frontera. Es el profesor alemán que, junto a su pareja, montó en 1985 la academia de español Atlántica, en la que formó a jóvenes alemanes y que, como él mismo recuerda, “funcionó cada año abriendo desde el 15 de julio hasta que a mediados de octubre llegaba la Festa do Marisco; y permaneció abierta hasta después de que se hundió el petrolero Prestige”, en 2002.
“Fue una época muy bonita en la que había muchos más jóvenes que ahora”, relata.
De aquellas visitas se formaron parejas sentimentales de alemanes y grovenses, de forma que hay mecos que viven en Alemania, porque su pareja es de allí; como hay germanos residiendo en O Grove porque les gustó lo que vieron y conocieron siendo jóvenes
En el caso de los germanos, acudían a la villa para estudiar y, de paso, pasar el verano, “alrededor de mil jóvenes” que estudiaban en esa y otra academia, la Rías Baixas.
Entre los primeros, el canciller alemán Olaf Scholz, que tan buenos recuerdos guarda de su estancia en la villa.
El mismo, por cierto, que “hace unos ocho años veraneó aquí al lado, en Cádiz, cuando era aún alcalde de Hamburgo”, explica el propio Andreas Shellenberg.
De su época en O Grove se recuerda ahora que “de aquellas visitas se formaron parejas sentimentales de alemanes y grovenses, de forma que hay mecos que viven en Alemania, porque su pareja es de allí; como hay germanos residiendo en O Grove porque les gustó lo que vieron y conocieron siendo jóvenes”, explican vecinos y exprofesores de la academia Atlántica.
“Esa academia hizo más por Europa que la propia Unión Europea”, bromeaban ayer algunos de ellos.
Diez o doce profesores para cuatro meses
En esa escuela “llegamos a ser diez o doce profesores, lo que da una idea de la cantidad de alumnos alemanes que llegaban a nuestro pueblo en verano”, explica uno de los docentes.
Como otros grovenses, sugiere que aquella etapa “sirvió para dar a conocer O Grove en Alemania cuando todavía no había demasiada promoción turística, ya que cuando se marchaban hablaban maravillas de nuestro pueblo”.
“Los alemanes se hacían notar”, explican otros vecinos. “Alguilaban y compraban bicicletas y se maravillaban viendo la cantidad y variedad de pescados y mariscos que llegaban al puerto y la plaza”, apostillan.
Una experiencia enriquecedora
La amena charla que pudo mantener con Olaf Scholz, fue para el alcalde José Cacabelos una experiencia agradable y enriquecedora.
De ahí que agradeciera la invitación de Pedro Sánchez, mostrándose satisfecho “por haber contribuido a que el canciller pudiera llevarse un buen recuerdo de Galicia y España”, sentenciaba el alcalde cuando era preguntado por FARO para conocer sus impresiones tras el encuentro en A Coruña.
