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La influenza aviar mantiene su presión en la costa de Rías Baixas

Detectan más ejemplares de págalo grande y alcatraz con síntomas

Un alcatraz atlántico en plena cacería. | // XABIER V. PUMARIÑO / CHASULA BIRDS

Una nueva expedición en busca de aves pelágicas a bordo del pesquero rehabilitado “Chasula” permitió comprobar que la Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) sigue causando estragos en la costa gallega.

Los naturalistas a bordo de esa aula flotante de la naturaleza pudieron confirmar frente a las Rías Baixas que se mantiene una inquietante disminución del número de págalos grandes y alcatraces atlánticos o comunes, respecto a los censos de tales especies manejados en años anteriores durante el movimiento migratorio otoñal o postnupcial, que es el que se desarrolla por estas fechas.

Pero no solo existe preocupación por la disminución del número de ejemplares –esta vez solo fueron avistados dos págalos grandes y 127 alcatraces–, sino también por la localización de individuos gravemente enfermos, con síntomas tan evidentes de la influenza aviar como la pérdida de visión que los condena a una muerte segura.

Se trata, cabe recordar, de un edema de la córnea que constituye la fase anterior a la queratitis que acaba provocando ceguera de los animales, la cual está descrita como indicio de gripe aviar.

Un alcatraz en cuyos ojos se aprecian los síntomas de la gripe aviar. Foto del biólogo Xabier V. Pumariño a bordo del barco “Chasula”. XABIER V. PUMARIÑO / BIRDING.GAL / CHASULA

Todo ello, hay que insistir, quedó nuevamente puesto de manifiesto en la última singladura del “Chasula”, impulsada por la firma Iniciativas Tradicionales Marítimas (Intramar) al abrigo de programas como el Chasula Birds.

En ese viaje participaron diferentes especialistas en ornitología. Entre ellos el conservacionista y divulgador Xabier Vázquez Pumariño, quien una vez más pudo captar con su cámara varios alcatraces enfermos.

De las fotos de este biólogo y consultor medioambiental se desprende, sin margen de error posible, que hay cada vez más alcatraces con los síntomas antes descritos de influenza aviar, es decir, con la inflamación de la córnea conocida como queratitis que los dejará ciegos y sin posibilidad de desplazarse ni alimentarse.

Otros avistamientos

Por lo demás, hay que destacar que no todo fueron malas noticias en el último viaje del barco que patronea Isidro Mariño, ya que en esa misma ruta por aguas atlánticas fueron localizadas tanto pardelas cenicientas (5) como capirotadas (71), sombrías (89) y pichonetas (7).

También la amenazada y protegida pardela balear (7 ejemplares), junto con un paíños europeos (24) y un flujo considerable, pero también “menos importante que en fechas anteriores”, de gaviotas sombrías.

De forma más detallada puede decirse que fueron contabilizadas 563, además de 1.589 gaviotas patiamarillas, 19 gaviones atlánticos, 16 gaviotas cabecinegras y una gaviota argéntea.

Aves observadas en la última singladura del "Chasula". XABIER V. PUMARIÑO / BIRDING.GAL / CHASULA

El charrán patinegro también se dejó ver (19), así como el común (1 individuo), el paíño europeo (24) y el cormorán, con 69 ejemplares del grande y 437 del moñudo.

Como es habitual en estas expediciones del “Chasula” por aguas atlánticas, no faltaron a la cita los delfines, esta vez con 29 mulares y 18 comunes.

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