Desde hace años que este periódico publica informaciones sobre la dificultad de acceso a la vivienda en Vilagarcía, especialmente en régimen de alquiler, ya que la oferta es muy escasa, por no decir nula. Pero la situación cada vez es más preocupante. Un veterano profesional del sector inmobiliario como es Avelino Barreiro, con agencia en la céntrica calle Castelao, advierte de que “se ha acrecentado y a día de hoy se ha convertido en un gravísimo problema social”.
“Se culpa a los grandes tenedores pero aquí no hay como en otras ciudades. Salvo excepciones de gente que tiene muchas propiedades, la mayoría posee algún piso que le ha quedado en herencia y lo alquila para complementar la pensión, por ejemplo”, señala Barreiro.
Aunque los precios sean elevados y apenas haya viviendas en el mercado de alquiler, “Vilagarcía sigue siendo un lugar atractivo para vivir”, dice convencido el agente inmobiliario, partidario de las peatonalizaciones y humanizaciones. De hecho los datos de movimientos migratorios del Instituto Galego de Estadística (IGE) así lo refrendan.
Poco poder adquisitivo
Añade que funcionarios como policías, profesores o sanitarios pueden pagarse un alquiler en la capital arousana pero el problema surge para el grueso de la población, con salarios más bajos: “Es un problema del sistema, con los sueldos que hay el ahorro se hace muy cuesta arriba”.
Desde 450 euros
Por menos de 450 euros es muy complicado encontrar un piso en la ciudad que esté en buenas condiciones. “También hay propietarios que no tienen dinero para reformarlo y lo ponen así en alquiler”, comenta Avelino Barreiro, que recientemente ha alquilado un apartamento de un dormitorio por 480 euros. “Normalmente son personas con movilidad laboral que vienen solas, sin familia, y prefieren viviendas pequeñas. Además, los precios están muy estandarizados y la gente ya es consciente del problema que hay con el alquiler y no rota”, observa este profesional del sector.
Escasez de obra nueva
A la falta de poder adquisitivo (en ocasiones tanto de arrendadores como de arrendatarios) se une la escasez de obra nueva colectiva. La del antiguo Hotel Moderno está paralizada, se ha retomado la urbanización de Villa Güimil en Rosalía de Castro (paralizada desde 2010) y poco más. La última gran promoción inmobiliaria fue la de Valiñas en Rodrigo de Mendoza.
Teniendo en cuenta la escalada desorbitada de los precios de los materiales de construcción, no parece que la obra nueva vaya a desbloquearse a corto plazo. “A ello hay que sumar la lentitud con la que se conceden las licencias. En Vilagarcía necesitas dos años para que te den la de una casa y estamos hablando de un proyecto de vida”, indica Avelino Barreiro.
Así están los precios
En cuanto a los precios de compraventa, su inmobiliaria ofrece un piso de tres habitaciones y dos baños en Doutor Tourón, con plaza de garaje, por 119.000 euros. El edificio tiene unos veinte años. Otra vivienda en el edificio Cervantes (donde está la oficina de empleo), también con tres dormitorios y dos baños, está a 150.000. “Tengo otro en la zona de Fexdega todo exterior de tres habitaciones y con garaje por 175.000 euros, y está para estrenar”, agrega Barreiro.
Según Fotocasa, la vivienda se encareció un 10% en un año en Vilagarcía
Sin embargo otras empresas del sector, como el portal de Fotocasa, cifra en un 3,7% la subida trimestral (de junio a septiembre) del precio de la vivienda en Vilagarcía. Y en relación a hace un año, en septiembre era un 10,5% más cara. Esta agencia sitúa actualmente el metro cuadrado en la capital arousana en 1.272 euros, igual que en Boiro, en la vecina comarca de Barbanza.
Por su parte, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana aún no ha publicado las tasaciones relativas al tercer trimestre, aunque la tendencia de los periodos anteriores apunta al alza: 954,6 euros en el segundo trimestre de 2021 y 1.039,2 en el de 2022.
