Hace más de un mes se anunciaba que a los proyectos de recuperación y potenciación de Mina Mercedes, Porto Piñeiro e Igrexa Vella, tratando de dar valor elementos de interés cultural y patrimonial, se sumaría una profunda actuación en las “telleiras” de Padín y Roeiro, situadas en el lugar de Vilar, parroquia de Cordeiro.
Ahora puede explicarse que la primera fase se ha completado, por lo que ya se realizó la limpieza y desbroce del entorno de estas construcciones de piedra en las que se trabajaba el barro y se producía teja y ladrillo en la segunda mitad del siglo XIX.
Es por ello que tales construcciones ya lucen en todo su esplendor, tal y como destacan en el gobierno de José María Bello Maneiro, donde añaden que los viejos hornos emergieron de entre la maleza.
El siguiente paso se centrará en consolidar estas estructuras que en el siglo XX entraron en desuso, sustituidas por las más modernas e industrializadas factorías de firmas como Novo y Sierra, fundada en 1921.
Al desbroce y acondicionamiento de la zona se suma la limpieza en seco de las estructuras de piedra y la instalación de una balaustrada rústica de madera, tratando así de “frenar el deterioro de las edificaciones y darles la importancia cultural, patrimonial, histórica y ambiental que se merecen”.
De ahí que también esté previsto instalar paneles informativos para dar a conocer la historia de estas “telleiras”, la de Padín aún con parte de su cubierta original en forma de cúpula.
Parece que es la única del entorno del Ulla de la que se sabe con exactitud su fecha de construcción, 1942, ya que fue la última en hacerse realidad. Permaneció en activo hasta 1960.
La de Roeiro, por su parte, destaca por su forma circular, “lo que la convierte en una de las más singulares de cuantas existieron en el entorno del río Ulla”.
Abandonada en 1945
Se desconoce la fecha de su construcción, pero se sabe que fue abandonada en 1945, “debido a las dificultades que presentaba a la hora de cocer la teja la cámara circular de que dispone, y también porque su tanque solo podía utilizarse con la pleamar”.
Detallan en el Concello que en ambas “se percibe claramente la zona destinada a acumular la leña; un terreno en pendiente en el que se almacenaba la madera y desde el cual se introducía en la boca del horno cuando era necesario”.
En el lugar también pueden verse “algunos restos de las edificaciones secundarias dedicadas al descanso de los obreros de las ‘telleiras’, como también son visibles algunos tramos de los canales que permitían el atraque de embarcaciones para el transporte del barro y las tejas”.
Todo ello hasta ahora cubierto por la maleza, pero ya bien visible, para disfrute de vecinos y visitantes y, sobre todo, para contribuir al engrandecimiento cultural y patrimonial de la localidad valguesa.
