Faro de Vigo

Faro de Vigo

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Red de Varamientos de Galicia está más viva que nunca

La Cemma presenta su proyecto Revargal en Vilagarcía

La exposición “Varamientos de cetáceos en Galicia 1992-2022”, en el centro comercial Arousa. Cemma

La Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma) refuerza la Red de Varamientos de Galicia, en la que se ocupa de velar por cetáceos, tortugas, aves y todo tipo de animales en apuros desde principios de los años noventa, contando con el respaldo de la Xunta desde 1999.

Ahora que se celebra el 30 aniversario de esta entidad, presidida por Alfredo López Fernández, no solo se despliegan diferentes actos conmemorativos, de los que ya se informó puntualmente a medida que iban desarrollándose en diferentes localidades gallegas, sino que también se presenta el proyecto Red de Varamientos de Galicia-Revargal, en el que, precisamente, se marca la hoja de ruta a seguir en los próximos años, después de haber logrado una ayuda de los fondos europeos Next Generation a través de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica.

Así se pondrá de manifiesto esta tarde en Vilagarcía, donde se inaugura la exposición itinerante titulada “Varamientos de cetáceos en Galicia 1992-2022”, que estará abierta al público en el Centro Comercial Arousa durante todo el mes.

Fue en ese acto inaugural donde se incidió en la importancia de consolidar el programa Revargal para “contribuir a la conservación de las especies de mamíferos y tortugas marinas, realizando un seguimiento de los varamientos y capturas accidentales” que puedan producirse y, en la medida de lo posible, darles respuesta inmediata para tratar de salvar a los animales afectados.

Averiguar las posibles causas de muerte y varamiento, rescatar y reintroducir en el medio natural a aquellos que lleguen a la costa con problemas y potenciar la participación social, por considerarla una “herramienta fundamental para la conservación”, son algunos de los objetivos marcados.

Se trata, en definitiva, de “incrementar la calidad de los datos que se recogen respecto a los animales varados, mejorar la atención y gestión de los varamientos, invertir en instalaciones en las que se atienda a los animales, estrechar la colaboración con los sectores que más se interrelacionen con las especies varadas y concienciar a la sociedad sobre la problemática de los varamientos y la importancia de cuidar el mar”, aseveran en la Cemma.

Hay que tener en cuenta, y en ello abunda este colectivo, que “una de las claves del éxito de la Red de Varamientos es la proyección social, a través de labores divulgativas y la formación del voluntariado”, ya que esto permite disponer de una cantidad de vigilantes cada día mayor con el que detectar varamientos con rapidez, lo cual es un factor clave para salvar la vida a muchos de los animales enfermos, heridos o desorientados.

El esfuerzo valió la pena, porque ahora podemos decir que empezamos a saber algo de la fauna marina amenazada en Galicia

Alfredo López - Director de Cemma

decoration

Esto ayuda, por ejemplo, a que la media anual de varamientos atendidos vaya en aumento, “llegando a 259 ejemplares en los últimos cinco años, con un máximo de 355 en 2019”.

Aclaran en la Cemma que existe “un aumento continuo de varamientos, aunque variando en función de los años y especies”.

Al igual que concretan que el 70% de las tortugas y focas varadas con vida fueron recuperadas y reintroducidas en el medio marino, al igual que el 50% de los cetáceos.

Huesos de ballena en el museo de la isla de Sálvora. M. MÉNDEZ

A lo que añaden que en los últimos ejercicios “también se han empezado a atender los varamientos y registros en playas de tiburones azules, con una media de 59 individuos”.

Ni que decir tiene que “la información que aportan estos casos es fundamental para conocer la salud de las poblaciones” de delfines, tiburones, tortugas y demás especies.

Y es que, a través de necropsias y recogida de datos y muestras de todo tipo, es posible recopilar una información fundamental para conocer más y mejor a las diferentes especies.

FARO DE VIGO ya explicaba el pasado mes de mayo que hace tres décadas, cuando eso del ecologismo, el conservacionismo, la ornitología y experiencias similares apenas tenían como referencia los documentales de La 2 de TVE y la trayectoria de una eminencia como Félix Rodríguez de la Fuente, nacía en O Grove la Coordinadora para el Estudio de los Mamíferos Marinos (Cemma).

Desde entonces, la entidad que preside Alfredo López no ha dejado de preocuparse por el medio marino y, muy especialmente, por los delfines, cetáceos, tortugas, focas y demás animales necesitados de ayuda, ya sea porque están enfermos o porque han varado en la costa.

Tras participar en cientos de operaciones y rescatar a decenas de animales, la Cemma hace un balance que, lógicamente, solo puede calificarse de positivo, ya que sin su labor habrían sido muchos, e importantes, los daños sufridos por el medio marino y sus moradores en la costa gallega.

Quién no ha oído hablar de sus espectaculares operativos de rescate de delfines, sobre todo en aguas de A Toxa, o de la recuperación de lobos marinos heridos que fueron localizados al borde de la muerte a lo largo de la costa gallega.

Una labor, conviene recordar, estrechamente relacionada con la Red de Varamientos de Galicia, que gestiona la propia Cemma de acuerdo con la Consellería de Medio Ambiente, lo cual implica un trabajo duro de rescate, recuperación y suelta de animales.

Formación para 20.000 personas

Esta labor, procede añadir, se complementa con una ambiciosa acción formativa y divulgativa de la que se beneficiaron más de 20.000 personas y en la que se integran, por ejemplo, los “embarques participativos”, mediante los que dar a la población la posibilidad de observar, conocer y estudiar a los mamíferos marinos presentes en Galicia.

Como también forman parte de ese proyecto divulgativo las charlas impartidas a pie de playa, para formar a los usuarios en general y a voluntarios dispuestos a participar en misiones de rescate, así como las explicaciones ofrecidas en colegios e institutos para concienciar a los jóvenes sobre la necesidad de preservar el medio marino y proteger sus especies.

Tres delfines atrapados en A Toxa

Tres delfines atrapados en A Toxa Manuel Méndez

9 de mayo de 1992

Todo esto es solo una pequeña parte del trabajo desplegado por la Cemma desde que aquel 9 de mayo de 1992 “un grupo de personas, a título individual, junto a representantes de grupos ecologistas, firmamos el acta fundacional de la Cemma en O Grove, poniendo así en marcha una andadura que abría muchas expectativas en lo referido a conservación marina y educación ambiental”, resaltan en la propia entidad.

Donde no se olvidan que el germen de aquel proyecto estuvo en un esqueleto de ballena azul estudiado en la Universidade de Santiago en el año 1990.

7.416 varamientos

Desde entonces, la trayectoria de la Cemma queda perfectamente explicada y resumida si se dice que prestó asistencia en 7.416 varamientos, “entre los cuales fueron detectados 510 ejemplares varados con vida”.

En la mitad de los casos, la mayoría cetáceos, se procedió a liberarlos directamente, mientras que 182 animales tuvieron que ser ingresados para su recuperación, sobre todo focas y tortugas marinas.

Una imagen promocional de los "embarques participativos" desplegados por la Cemma a bordo del barco “Chasula. | // CEMMA

Todo ello, procede recordar, gracias a la colaboración de entidades como el Acuario O Grove y el Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa), dos de los centros que, a lo largo de estas tres décadas, ejercieron como hospitales en los que salvar a lobos marinos y tortugas.

Asimismo, la Cemma desplegó “campañas de monitorización costera” entre 2003 y 2011, en las que se emplearon 2.275 horas, dando como resultado 794 avistamientos de siete especies de cetáceos.

Abundando en ello, la entidad conservacionista resalta que “las campañas marítimas ofrecen un resultado de más de 62.000 kilómetros navegados en más de 6.500 horas, en las que se registraron unos 2.200 avistamientos de quince especies”.

Fotoidentificación

A esto hay que sumar el balance de las campañas de fotoidentificación de delfines, en las que “se recorrieron más de 16.000 kilómetros durante más de 1.500 horas, con un resultado de 500 avistamientos”.

De este modo fue posible obtener de decenas de miles de fotografías que “permitieron identificar más de 500 aletas diferentes”, las cuales vienen a ser algo así como la huella dactilar de los humanos.

Gracias a esa base de datos y la comparación de las imágenes obtenidas, la Cemma incluso logró hacer un seguimiento de algunos de los animales durante más de 20 años.

Añade la Cemma que en este período “fueron registrados más de 6.500 avistamientos en el mar". La mayor parte fueron cetáceos, con un claro predominio de delfines mulares (arroaces) y ejemplares de delfín común, pero también con una notable presencia de marsopas y ballenas, incluidas la blanca y las orcas.

En definitiva, que fueron tres décadas de un esfuerzo enorme. Pero “valió la pena, porque ahora podemos decir que empezamos a saber algo de la fauna marina amenazada en Galicia”, aunque también es cierto que “cuanto más sabemos, más interrogantes surgen”, asume el equipo de Alfredo López.

Compartir el artículo

stats