Los grovenses pueden dejarse ver con frecuencia por las tierras vikingas de Catoira, ya que son dos municipios vecinos. Lo que no resulta tan habitual es que los mecos recorran una de las auténticas cunas de los bravos guerreros del norte, Noruega. Y por allí se paseó en la última semana Juan Prieto Cacabelos, por todos conocido como “Pichi” y embarcado en una nueva aventura solidaria, esta vez para recaudar fondos y luchar contra el cáncer. Para dar visibilidad a su proyecto, el meco, que ya entró en Suecia, se ha convertido en una especie de guía turístico rodante.
Tras haber hecho algo parecido para ayudar a Cáritas y a la asociación Anduriña de apoyo a personas con discapacidades, entre otros retos solidarios, el grovense Juan Prieto Cacabelos “Pichi” se centra ahora en la lucha contra el cáncer.
De ahí el reto a pedales que ha iniciado hace una semana en el fiordo noruego de Trondheim, marcándose como desafío y compromiso la realización de una ruta en su bicicleta con nada menos que 5.300 kilómetros.
Un duro recorrido en el que ponerse física y mentalmente a prueba desafiando al cansancio, pero también al frío, la lluvia, el viento y el calor.
Todo ello para recaudar fondos destinados a la delegación grovense de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).
Además de marcarse esa meta, resulta que a medida que avanza, “Pichi” también va dando cuenta de sus vivencias y experiencias, tanto en las redes sociales como a través de FARO.
Convertido en una especie de guía turístico andante o, mejor dicho, rodante, lo que hace el meco es mostrar fotos y vídeos de su día a día, además de transmitir sus sensaciones en momentos tan especiales como los vividos a su llegada a la capital de Noruega, Oslo, situada en la costa sur del país y en la cabecera del fiordo al que da nombre.
Una ciudad famosa por su cultura y sus museos, entre los que destaca el Museo Marítimo Noruego y el Museo de Barcos Vikingos, donde pueden verse drakkars del siglo IX.
Como no podía ser de otra manera, encontrándose en ese lugar que se conoce con el sobrenombre de Tigerstaden (la ciudad del tigre), por una leyenda que dice que aquí lucharon un tigre y un caballo, el solidario ciclista meco visitó la estatua de bronce en la que se representa un tigre de 4,5 metros de largo.
Una obra de la que es autora Elena Engelsen y se sitúa delante de la Estación Central, habiéndose convertido en uno de los elementos más fotografiados de la capital noruega y un modo de recordar el poema “Sidste Sang”, de 1870, en el que el autor noruego Bjørnstjerne Bjørnson describía la aludida lucha entre un caballo y un tigre.
Tampoco pudo evitar fotografiarse en la mansión Borregaard Hovedgaard, donde en 1993 se firmaron los “acuerdos de Oslo”, es decir, la “Declaración de Principios sobre las Disposiciones relacionadas con un Gobierno Autónomo Provisional” pactada entre el Gobierno de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), tratando de ofrecer una solución permanente al conflicto palestino-israelí.
Así, mostrando sus fotos en ese tipo de enclaves, ante formidables paisajes, el momento en que coincide en el camino con otros peregrinos o a su llegada a los albergues por los que pasa, “Pichi” también ejerce como una especie de guía turístico, aunque sin perder de vista la esencia solidaria de su viaje.
Lo que intenta con este recorrido desde tierras noruegas, que lo lleva por Suecia –entró en este país a última hora del viernes–, Dinamarca, Alemania, Bélgica y Francia, antes de atravesar España, es llamar la atención de todos, para que la sociedad se conciencie sobre la importancia y necesidad de luchar contra el cáncer, apoyar a quienes lo padecen, arropar a sus familiares e invertir en investigación.
De ahí que el ciclista brinde la oportunidad de apadrinar cada kilómetro de su recorrido, a partir de un euro y a través del enlace www.migranodearena.org/widget/pedaleando-contra-el-cancer, destinándose lo recaudado a la asociación meca de la AECC que preside Manola Domínguez Prol.
Quienes lo prefieran también pueden colaborar ingresando la ayuda directamente en la entidad financiera Abanca, en este caso mediante la cuenta ES76-2080-5401-5430-4020-3035 y haciendo constar la referencia “Pedaleando contra el cáncer”.
Al tiempo que anima a la población a colaborar por esos medios, “Pichi” se compromete a seguir dando cuenta de cada pedalada, como hizo cuando completó 1.600 kilómetros para recaudar dinero para Cáritas o cuando, el año pasado, se metió 2.970 kilómetros más ente pecho y espalda, desde Roma a Santiago, para arropar a la asociación comarcal Anduriña.