El Ayuntamiento de Meis ha contratado una auditoría técnica de la red municipal de aguas, para identificar aquellos puntos en los que se producen pérdidas de caudal y proponer medidas correctoras para el futuro.
En un momento en el que cada gota de agua cuenta, debido a la sequía y el consumo disparado por el turismo, los ayuntamientos tratan de poner coto a las fugas de suministro provocadas por averías que, en ocasiones, suceden bajo tierra y que en consecuencia pasan desapercibidas hasta que la tubería revienta. Es el caso de Meis, que ha adjudicado la realización de la auditoría al ingeniero técnico de obras públicas Luis Jesús Santiago Limeres, por un importe de 9.200 euros. El plazo de ejecución del estudio es de dos meses.
“La red de aguas de Meis, en general, es antigua”, advierte la alcaldesa, Marta Giráldez. Eso hace que periódicamente las tuberías no den más de sí y se produzcan fugas. En último extremo, esto puede derivar en el corte de suministro a un lugar determinado -o a la llegada de agua con escasa presión-, pero muy a menudo las pérdidas de agua pasan desapercibidas durante mucho tiempo.
Augas de Galicia y los ayuntamientos se han propuesto reducir esas pérdidas, para hacer más eficientes las redes del agua y reducir el derroche energético, de ahí que la Xunta de Galicia haya abierto una línea de subvenciones para que los municipios puedan auditar sus redes. Esta es la convocatoria a la que se ha acogido Meis para llevar a cabo este trabajo.
“Con este estudio técnico se podrán plantear mejoras para el futuro”, añade la regidora meisina, ya sea la reposición de determinados tramos de la canalización o la instalación de sistemas de monitorización de los depósitos.
Servicio municipal
En la práctica totalidad de los ayuntamientos, el servicio de aguas está externalizado en empresas. En Meis, sin embargo, “es cien por cien municipal”, indica la alcaldesa. Y plantea que esto seguirá siendo así, “porque es un sistema que está funcionando realmente bien por el gran esfuerzo que hacen los operarios”. Giráldez señala que Meis dispone de dos trabajadores en el servicio -durante cuatro meses al año, solo uno-, pero que cuando se produce una avería, “la reacción es muy rápida porque acuden a resolverla también los demás operarios”.
