La Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Vilagarcía firmaron ayer al mediodía un convenio que permitirá utilizar la conocida como nave de “Alfogar” como centro de deportes náuticos. Esta instalación lleva años abandonada, y a ella se mudará el club de piragüismo de Vilagarcía, que en la actualidad entrena en unos locales del Muelle de Pasajeros en muy mal estado.
El presidente del Puerto, José Manuel Cores Tourís, y el alcalde, Alberto Varela, firmaron el acuerdo, en virtud del cual la Administración portuaria cede el uso de la nave a la institución municipal por un periodo de diez años. A cambio, el Ayuntamiento deberá abonar un canon de unos 1.500 euros anuales, al beneficiarse de un descuento del 50 por ciento.
Como es habitual desde el cambio en la cúpula del Puerto, los dos máximos responsables de la Autoridad Portuaria y del Concello se dedicaron elogios mutuos y se dieron las gracias por la senda de entendimiento y colaboración en la que se encuentran.
De hecho, este nuevo convenio para la nave de Alfogar es un eslabón más de toda una serie de acuerdos anteriores, que permitirán trasladar el centro de salud a la antigua Comandancia o crear una gran zona verde en O Ramal, entre otras cosas.
Puerto y Ayuntamiento desbloquean otro proyecto gracias a su buena sintonía
Tourís y Varela explican que en la nave tendrá unas oficinas la Fundación de Deportes, para poder justificar administrativamente la cesión y el abono del canon, y que la práctica totalidad del antiguo almacén se dedicará a usos deportivos. Los clubes estarán exentos de abonar cantidad alguna.
El alcalde manifestó que el club de piragüismo fue la primera entidad que acudió al Concello pidiendo que les echase una mano para trasladarse desde las antiguas dependencias del Liceo Casino a ese nuevo emplazamiento. Posteriormente, también el medallista olímpico de vela Antón Paz manifestó interés por poder trabajar en la nave de “Alfogar”. Pero todas estas gestiones quedaron en el cajón durante años por la mala relación que mantuvieron en su momento Puerto y municipio.
Varela explica que el Ayuntamiento ya ha redactado un proyecto de obra, presupuestada en unos 100.000 euros, pero no se atrevió a dar plazos. En todo caso, se da por hecho que la ansiada mudanza del club de piragüismo todavía deberá esperar a bien entrado 2023. El alcalde manifestó que si hay más entidades interesadas en ocupar algún espacio, se estudiará el reparto más justo, siempre con la condición de que su actividad tenga una vinculación con el mar.
Nuevos proyectos
José Manuel Cores Tourís insiste en que hay buena sintonía con el Ayuntamiento, y que pronto se presentarán nuevos proyectos. A modo de ejemplo, ambas administraciones están esperando una documentación para avanzar en el convenio de O Ramal.
El presidente de la Autoridad Portuaria avanzó asimismo que ya existe un proyecto para derribar los antiguos locales del Liceo, que es donde se encuentra ahora mismo el club de piragüismo.
La administración portuaria no descarta tirar también los edificios que se encuentran del otro lado del Muelle de Pasajeros. De este modo, aduce, se eliminaría el molesto obstáculo visual que existe actualmente y se aproximaría el mar a los vilagarcianos.
Inversión para incentivar el tráfico ferroviario de mercancías
En otro orden de asuntos, Tourís manifestó que espera sacar a licitación antes de final de año un proyecto de 1,4 millones de euros para la ampliación de la línea férrea portuaria. El objetivo es habilitar medio kilómetro de línea nueva para la espera del tren, de modo que su presencia no entorpezca el trabajo de carga y descarga de los camiones. El servicio ferroviario al Puerto de Vilagarcía no depende de la Autoridad Portuaria, sino de la demanda de las empresas de carga, y lleva parado más de dos años y medio. Cores Tourís está convencido de que la creación de la nueva zona de espera hará más atractivo este servicio pero también recordó que, en España, el transporte de mercancías por tren es muy bajo con respecto a Alemania. Según sus datos, el tráfico de mercancías por tren en España supone entre el 3 por ciento y el 5 por ciento del total, mientras que en Alemania ese porcentaje se sitúa entre un 20 y un 30 por ciento.
