Caballos con GPS para vigilar Sálvora

La isla de Sálvora sigue ejerciendo como banco de pruebas en el que desplegar todo tipo de proyectos de carácter científico y divulgativo ligados a la flora y la fauna.

Ya se dijo en ocasiones anteriores que se despliegan estudios sobre las diferentes especies vegetales –con especial atención a las invasoras–, sobre las gaviotas y sobre la población caballos existente en este territorio insular arousano.

Sin olvidar el plan de seguimiento de los hábitats insulares con fotografías aéreas –desde dron–, al que se suma el estudio del grado de conservación y evolución “de la cobertura de la vegetación, así como el programa para el control de la abundancia, distribución y tendencia de las plantas de mayor interés”.

En colaboración con la Universidade da Coruña, Illas Atlánticas también analiza “la dispersión de las plantas en la isla a partir de las semillas presentes en los excrementos de los caballos, lo que permitirá conocer mejor cuál es su papel en la ecología insular”, reseñan en la Xunta.

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Donde ahora abundan en el programa puesto en marcha hace unas semanas para dotar a los caballos de transmisores GPS mediante los que conocer sus movimientos en detalle, lo cual permite determinar no solo el estado de la familia equina, sino también detectar posibles alteraciones en este rico espacio natural.

Posición exacta

Es una iniciativa de la Xunta y el Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia que despierta enorme expectación, por cuanto tiene de novedoso y por los importantes resultados que puede llegar a ofrecer.

En la Consellería de Medio Ambiente destacan que se trata de un programa que se aplica en una decena de caballos provistos de emisores GPS “que registran y envían su posición geográfica exacta cada diez minutos”, desde cualquier punto de la isla.

Es una forma de ampliar un programa que se había probado años antes, también con el uso de GPS, aunque ahora obteniendo información mucho más precisa que, a la postre, “resulta muy útil, ya que permite regular el manejo y la densidad de los caballos para conseguir los mejores resultados posibles”, evitando, por ejemplo, una sobrepoblación que pudiera afectar a la flora de Sálvora.

“Conocer permanentemente dónde se encuentran ayuda a evaluar cualquier impacto sobre la vegetación en un punto concreto y a localizar a los animales en caso de que se necesite realizar cualquier tipo de operación con ellos”, resaltan en la Xunta.

Se trata, en definitiva, de tener controlados a los caballos para “mantener y mejorar el equilibrio entre su presencia y los ecosistemas de Sálvora”.

Acción que complementa otras llevadas a cabo con anterioridad, como la sustitución de los caballos existentes hasta 2022 –cuando se declaró este archipiélago como Parque Nacional–, introduciendo en la isla una manada de pura raza gallega”.

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Se hizo, como se explicó entonces, para “contribuir al mantenimiento y preservación de esta raza de gran interés para el patrimonio genético autóctono”.

Además de servir esta operación para dar entrada a animales “muy bien adaptados a la vida en libertad en el medio natural gallego y, particularmente, en un lugar como Sálvora, donde se pueden alimentar y vivir sin causar un impacto perjudicial sobre la vegetación”.

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En ocasiones posteriores se desplegaron proyectos como el de marcaje de los caballos, a los que se implantaron los correspondientes microchips.

Aquellos primeros caballos llegaron a la isla en 2014 a instancias de la asociación Cabalo Pura Raza Galega. Eran cuatro yeguas y un macho que reemplazaron a ocho de los nueve ejemplares mostrencos que había entonces en Sálvora, donde se quedó una yegua que no pudo ser capturada.

Dos años después aquella manada de seis animales se había ampliado ya hasta los trece individuos.

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Ayudan a mantener en buen estado el hábitat insular

Como los ciervos, también presentes en la isla de Sálvora, los caballos contribuyen a “mantener los hábitats insulares en su buen estado actual”, explica la Xunta.

Y es que se trata de poblaciones limitadas y controladas que llevan a los animales a “mantener un hábitat en el que se combinan zonas con mayor cobertura y abundancia de matorral con otras más abiertas en las que abundan las especies herbáceas”.

Todo ello conforma “una diversidad muy valiosa” que es necesario preservar, y eso es, por ejemplo, algo que se persigue con los GPS de los caballos, ya que se determina con exactitud dónde se alimentan.

Veterinarios de la Xunta marcan con un microchip a los caballos de la isla de Sálvora

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Así lo explica la Xunta cuando recuerda que el archipiélago de Sálvora “alberga hábitats costeros especialmente bien preservados, entre los que destacan sus sistemas dunares, en los que se localizan plantas de gran interés para la conservación, como son la ‘Linaria arenaria’, el ‘Erodium maritimum’ o el ‘Rumex rupestris”.

Y seguir conservando esas u otras plantas de interés depende, en gran medida, de una adecuada gestión de la manada de caballos isleña.

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