El sindicato CIG acusó ayer a la empresa que gestiona el servicio de comidas del Hospital do Salnés de incumplir la normativa laboral, y de despedir a una trabajadora sin motivo. La central sindical hizo estas manifestaciones tras el juicio por presunto despido improcedente, que se celebró ayer en Pontevedra. La CIG sostiene que la empresa, Arcasa, ofreció a la trabajadora, “una indemnización bastante superior a la legal”, y cree que esta forma de proceder se debe a que, “reconoce la improcedencia del despido”.

La CIG considera que la empresa cesó a la trabajadora porque tuvo una baja de larga duración debido a una enfermedad grave, y al reincorporarse protestó por las duras condiciones laborales que se le impusieron, tras ser cambiada de puesto, ya que pasó de ser camarera a trabajar en la cocina. “El verdadero motivo del despido fue, además de haber estado de baja, defender sus derechos”, argumenta el representante de CIG-Servizos en Pontevedra, el vilagarciano Anxo Lúa.

Pero el sindicato nacionalista sostiene que Arcasa no solo procedió de forma irregular con la trabajadora que ha sido asesorada jurídicamente por la CIG, sino que también está incumpliendo los pliegos en el servicio actual. A este respecto, aduce que en la cocina trabajan ahora solo dos personas, un cocinero y un ayudante, que tienen que preparar, emplatar y servir la comida en más de 80 habitaciones.

Finalmente, alerta de que en la cocina los falsos techos están en mal estado o de que hay enchufes deteriorados y próximos a puntos de agua.