Alrededor de 20 toneladas de buey de mar subastadas en lo que va de año, por importe de unos 165.000 euros, en 25 lonjas de Galicia. Estas son las cifras que constituyen el balance de la última campaña de este, para muchos, importante crustáceo.
Una especie, cabe recordar, que trata de recuperarse en Galicia desde el año 2015, después de haber atravesado momentos ciertamente complicados entre 2010 y 2014, cuando ni siquiera se alcanzaban las 10 toneladas anuales.
Un verano “extra”
Tras prolongarse de forma excepcional su captura durante los meses de julio y agosto –a diferencia de lo que ocurría con su “primo” el centollo–, el buey entraba en veda ayer, y ya no regresará a los puertos y mercados hasta el 7 de noviembre, pues será entonces cuando se descarguen las primeras capturas de la siguiente campaña.
La misma que comenzará un día antes –domingo 6 de noviembre– con el largado de los aparejos –sobre todo los populares “miños”– empleados para la captura del más abundante y mejor cotizado centollo.
Restan, por tanto, un par de meses para volver a saborear dos de los crustáceos más populares de la comunidad, con permiso de la nécora y tantos otros.
En el caso del buey, puede decirse que se va de “descanso” tras mantener la tónica de los últimos ejercicios, toda vez que esas más de 20 toneladas comercializadas y los 162.000 euros generados en las lonjas durante el actual son todavía resultados provisionales, ya que faltan por incorporar las operaciones de las últimas jornadas en muchas lonjas.
Aún así se acercan a las 23 toneladas obtenidas en el mismo periodo de 2021 (183.000 euros) y superan las 13 toneladas de buey de mar subastadas en la primera mitad de 2020 por importe de 104.000 euros.
Así como las 14 toneladas alcanzadas en 2019, en aquella ocasión con unos ingresos en lonja de 119.000 euros.
Años naturales
Atendiendo a lo que da de sí esta especie por años naturales, puede recordarse que en todo 2021 superó las 31 toneladas (259.00 euros), que en 2020 habían sido más de 22 toneladas (190.000 euros) y que en 2019 se colocaron en el mercado más de 23 toneladas (208.000 euros).
Cifras similares a las de 2018, cerrado con 21 toneladas y 182.000 euros, que, sin embargo, están muy lejos en cuanto a volumen de las 30 y 32 toneladas de buey de mar vendidas en 2017 y 2016, respectivamente.
Si bien es cierto que las facturaciones de entonces fueron inferiores a las actuales, debido a que el precio medio de aquellos años apenas alcanzó los 4 euros, mientras que en lo que va de 2022 rozó los 8 euros el kilo.
A Coruña, O Grove, Burela, Ribeira y Vigo
Como sucede con el centollo, por el que marca siempre los mejores registros económicos de Galicia y se sitúa en las primeras posiciones del ranking en cuanto a volumen, la lonja de O Grove también destaca con el buey de mar, solo superada por la de A Coruña, que en lo que va de año rozó las 6 toneladas (37.000 euros).
En la “rula” meca fueron algo más de 3 las toneladas de buey de mar despachadas (30.000 euros), acercándose a las 2,9 toneladas (23.000 euros) la de Burela.
Este crustáceo también es importante en el balance de resultados de puertos como Ribeira, con 2,5 toneladas (21.000 euros) este año y en el de Vigo, donde se vendieron 1,2 toneladas (9.000 euros).
Respecto a las otras veinte lonjas en las que se despachó buey de mar, y que se sitúan ya a mucha distancia de las citadas, puede aludirse a las de Porto do Son, Muros, Portonovo, Celeiro y Muros, que se situaron entre los 400 y 500 kilos de buey, por detrás de los 804 subastados en Marín y los 611 kilogramos del puerto de Malpica.