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La Ruta da Pedra e da Auga, un bosque que da salud

El sendero de O Salnés es uno de los espacios más demandados en las rutas de la Diputación por espacios naturales

El grupo, reunido junto al monasterio de Armenteira. | // NOÉ PARGA

El Ayuntamiento de Meis se ha fijado como prioridad en la Ruta da Pedra e da Auga la reapertura del bar situado en el área recreativa de San Martiño, y que lleva cerrado unos cinco años. Así lo ha manifestado el concejal del gobierno municipal Martín Casais, tras la actividad organizada ayer por la Diputación de Pontevedra en dicha ruta en el marco del programa Bosques Terapéuticos.

El bar estuvo desde sus comienzos inmerso en la controversia, con acusaciones de que carecía de conexión a la red eléctrica o de que los concesionarios no habían abonado el dinero pactado con el Ayuntamiento que entonces dirigía el conservador José Luis Pérez.

Posteriormente, un litigio judicial entre los propietarios del terreno sobre el que estaba situado el establecimiento hostelero y el Concello supuso la sentencia de muerte para el negocio. Hasta que en abril de 2021, la alcaldesa, Marta Giráldez anunció que había logrado encauzar las gestiones que el Partido Popular no había hecho, alcanzando un acuerdo con los propietarios de la parcela.

Los participantes hacen una parada al principio del sendero. | // NOÉ PARGA

Ahora, con esas trabas resueltas, Martín Casais indicó ayer que el Concello tratará de convocar el concurso de concesión, “lo antes posible”, y que esta es la intervención en la Ruta da Pedra e da Auga que se han marcado como prioritaria para los próximos meses, dado que el servicio de hostelería es muy demandado por los usuarios de esta popular ruta de senderismo.

Bosques terapéuticos

La actividad de ayer de Bosques Terapéuticos se inició en el monasterio de Armenteira. Participan cerca de una treintena de personas, la mayoría de ellos de unos 30 años de edad, y muchos procedentes de Vigo y O Morrazo.

Bajaron por la ruta dos kilómetros y medio, hasta las inmediaciones de la aldea de Couso, donde dieron vuelta e hicieron el camino de regreso hasta el monasterio. Recorrieron así el tramo más frondoso y menos alterado del camino. Un guía de la Diputación abría la marcha dando unas breves explicaciones sobre el paisaje y la flora que iban encontrando.

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