El consumo de agua en la comarca de O Salnés suele ser uno de los principales indicadores a la hora de valorar la presencia de turistas, y sobre todo, si esta presencia estuvo acompañada de un intenso calor. Los datos que maneja la Mancomunidade apuntan a que el pasado mes de julio se cumplieron esas dos máximas, una gran cantidad de visitantes junto a un intenso calor que llevaron a un consumo de agua de 771.670 metros cúbicos de agua, es decir, más de 771 millones de litros. La cifra está relativamente próxima al récord absoluto durante un mes de julio, establecido en 2020, año en el que se consumieron 806 millones de litros.
El año anterior, en 2021, pese a ser uno de los meses que más visitantes recorrieron O Salnés, lo cierto es que los consumos estuvieron muy por debajo de los de este año. Esto se debió a que no se trató de un mes de julio excesivamente caluroso, lo que hace bajar el gasto de agua de manera importante.
Los dos municipios más turísticos de la comarca, O Grove y Sanxenxo lideraron el consumo. El primero de ellos se llevó durante el mes de julio 266 millones de litros a través de una tubería obsoleta y que está cerca de cumplir su período de vida útil, además de estar instalada en zona intermareal, por lo que una avería puede provocar un serio problema en el municipio, al resultar imposible arreglarla en marea alta. Por su parte, Sanxenxo consumió un total de 158 millones de litros de agua pese a que, a través de las conexiones de O Salnés, solo retira el 30% de sus necesidades, ya que para el resto recurre al suministro que le ofrece Pontevedra. Durante varios días de agosto, ante la sequía que se registra en la cuenca del Lérez, recurrió a la conexión de O Salnés, pero acabó provocando una caída en la presión que dejó sin agua al polígono industrial de Cambados y a varias zonas altas.
Sanxenxo recoge por O Salnés el 30% del agua que consume, el resto lo recibe de la conexión de Pontevedra
Cambados consumió durante el mes de julio un total de 99.866.000 litros de agua, la mayor parte a través del contador de Treviscoso. De ellos, el polígono industrial de Sete Pías se llevó 14 millones de litros. Vilanova consumió durante el mes de julio un total de 86.487 metros cúbicos de agua, mientras que Ribadumia se llevó 73.398 metros cúbicos. A Illa se quedó en 42.296 metros cúbicos y Meis en los 26.655.
El municipio que consumió una menor cantidad de agua de la red de la Mancomunidade fue Vilagarcía, que, a través de la urbanización de O Rial consumió 1.343.000 litros de agua. Esta cantidad tan baja del municipio más poblado de la comarca tiene su explicación en que Vilagarcía recoge el suministro del embalse de O Con y de su propia captación en el río Umia, situada a la altura de Ponte Baión.
Este consumo volvió a poner al límite de su capacidad todo el sistema de suministro que gestiona la Mancomunidade. Aunque con motores de alta eficiencia, todo el sistema tiene un serio handicap en su capacidad de almacenaje, lo que significa que, si se registra una avería, se correría el riesgo de colapsar toda la red. La Mancomunidade lleva años reclamando la construcción de un nuevo depósito de cola en la ETAP de Treviscoso que permita tener agua en reserva en caso de que se registre una avería, aunque Augas de Galicia todavía no ha ejecutado ese proyecto pese a contar con los terrenos para realizarlo.
Mayor coste energético para la Mancomunidade
La situación energética y los altos consumos de agua han provocado que la Mancomunidade se haya encontrado con una paradoja: gasta más ahora en electricidad que cuando carecía de placas solares y de motores de alta eficiencia energética. El motivo se encuentra en el incremento que ha experimentado el precio de la energía. Durante el mes de julio, la factura que abonó la Mancomunidade por electricidad fue de 140.000 euros, cuando el pasado año, esa misma factura fue de tan solo 70.000. “Y eso que estamos hablando que la instalación de la instalación de paneles solares y de motores de eficiencia energética nos ha permitido ahorrar un 30% en el gasto”, explicaba ayer el gerente de la Mancomunidade, Ramón Guinarte. Estas cifras indican el volumen de agua que se registra en el sistema de la Mancomunidade y su constante funcionamiento durante los días de verano, cuando la población de la comarca se multiplica por dos o por tres debido a la masiva llegada de turistas. De esta situación llevan mucho tiempo alertando desde el ente comarcal, e incluso, los municipios llegaron a plantearse incrementar el precio del agua a los usuarios, una posibilidad que se ha descartado por el momento
Durán vuelve a reclamar una conexión con el Ulla
La red de suministro de agua de la Mancomunidade siempre se ha nutrido del agua del Umia, un río que, pese a los problemas que sufre por transcurrir por zonas muy urbanas, nunca ha mostrado problemas de caudal y siempre ha garantizado un suministro estable hacia la ETAP de Treviscoso. Sin embargo, el alcalde de Vilanova y expresidente de la Mancomunidade, Gonzalo Durán, volvió ayer a la carga con la necesidad de construir una captación en el río Ulla para suministrar a toda la comarca. Aprovechando la decisión de Vilagarcía de recuperar la tubería al Ulla, Durán insiste en esa necesidad, de que toda la zona norte de la comarca (Vilagarcía, Vilanova, A Illa y Cambados) puedan recibir agua a través de las conexiones que existen. Es más, el regidor de Vilanova asegura que se va a ampliar la Estación de Tratamento de Auga Potable (ETAP) del Ulla y entiende que la Mancomunidade “debería presionar a Augas de Galicia para que se nos tenga en cuenta a la hora de esa actuación”. Insiste en que se debe estudiar “y hacer un trabajo serio, es el deber de la Mancomunidade, trabajar en conjunto con la Xunta y llevar una propuesta seria, porque cualquier verano de estos, el Umia va a dejar colgado a toda la comarca”.
