El patrimonio histórico, cultural y religioso de San Vicente de O Grove ha vuelto a situarse en el disparadero de los gamberros. Un verano más, y ya van unos cuantos, los vándalos provocan importantes daños en la parroquia, siendo la iglesia y su entorno uno de sus objetivos habituales.
En esta ocasión hay que hablar de pintadas realizadas en diferentes puertas y enlosados de piedra del templo parroquial y sus alrededores, donde no hace mucho se realizó una importante inversión para transformar la antigua y derruida casa rectoral en un centro pastoral.
Así lo confirma, y denuncia, el cura párroco, Juan Ventura Martínez Reboeiras, visiblemente molesto e indignado con este episodio repetido.
Es el propio sacerdote quien vuelve a apelar al “sentidiño”, que parece “cada vez más escaso entre algunas personas”, y el encargado de reclamar que no se repitan este tipo de deleznables acciones, al tiempo que solicita colaboración a los feligreses para tratar de dar con los responsables de este nuevo atentado patrimonial.
“Un año más, por estas fechas, nos toca sufrir la oleada de gamberrismo de algunos que nos visitan, faltando al respeto a nuestra parroquia y a nuestro patrimonio, además de volver a poner a prueba nuestra paciencia”, reseñan en la parroquial.
“¿Tan caro resulta un papel y un boli?, ¿tan gracioso es llenar de pintadas nuestros espacios de recogimiento, oración, celebración y convivencia?”, se preguntan en San Vicente de O Grove.
El BIC y el 250 aniversario de la iglesia
Hay que recordar que la iglesia, que el año pasado cumplió 250 años, y la remodelada casa rectoral de San Vicente forman parte del conjunto arquitectónico de la parroquia que se quiere proteger y diferenciar mediante su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) de Galicia.
El templo, construido en 1771 para sustituir a la iglesia visigótica que había estado enclavada en Adro Vello (O Carreiro), está considerado una de las joyas patrimoniales más importantes de la localidad y la comarca.
Tiene unas características realmente llamativas que lo enriquecen como elemento de interés patrimonial. A modo de ejemplo, cabe decir que dispone de una planta rectangular que se divide en tres tramos de bóveda de cañón y coro alto, capilla mayor rectangular, con bóveda de crucería cuadripartita, con arco triunfal de medio punto sobre pilastras, y sacristía rectangular en la cabecera, cubierta con bóveda de cañón.
La fachada está enmarcada por pilastras, dispone de una portada con arco enmarcado con moldura y su torre-campanario central es de estilo barroco compostelano, de un solo cuerpo y terminado con decoración de placas.
Pro lo más curioso de esta iglesia es que está ubicada al revés, con su entrada hacia el sol naciente, en lugar de hacia poniente.
Y no solo eso, sino que también su pila bautismal, que es la original, se ubica al lado contrario de lo que suele ser frecuente.