La aplicación del decreto de ahorro energético está dejando un buen número de dudas sobre la efectividad de sus medidas en una comarca como la de O Salnés, donde las condiciones meteorológicas pueden ser mucho más suaves que en otros puntos de la península. Esas dudas van desde sectores como los comerciantes o los hosteleros hasta las propias administraciones públicas que deben velar por su cumplimiento.
Una de las personas que más dudas muestra sobre el decreto es el alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, que recuerda que “muchas de las medidas que se plantean, como apagar las luces de los edificios públicos, llevamos haciéndolas mucho tiempo”. De todas formas, el regidor vilanovés se compromete a estudiar en profundidad el decreto y tratar de cumplirlo, aunque insiste en que “esto no es una solución, como mucho un parche en algunos puntos de España y no precisamente en Galicia”.
Samuel Lago, alcalde de Cambados, también aseguraba ayer que “nosotros no tenemos aire acondicionado en el Concello y las instalaciones municipales ya venían cumpliendo las indicaciones, tan solo encendíamos las luces de la fachada del consistorio en ocasiones especiales, como el Día Internacional del Cancro de Mama”. El presidente de la asociación de comerciantes Zona Centro de Cambados, Juan Rey, señalaba ayer que “los comerciantes siempre tratamos de reducir costes y nuestra intención es acatarla, pero también teneos ciertas dudas”. Esas dudas se centran en la obligación de tener la puerta cerrada o instalarlas automáticas, algo que tiene un coste elevado “y no vemos que se habiliten ayudas”.
Coincide en esa apreciación la presidenta de los comerciantes de Zona Aberta de Vilagarcía, Rocío Louzán, que señala que “el pequeño comercio no está para gastarse ahora 3.000 o 4.000 euros en adecuarse al decreto”, echando en falta que el Gobierno hubiese abordado esta cuestión con las asociaciones de pequeños comerciantes de España. “Da la sensación de que desconocen las problemáticas de este sector tan complejo, por eso creo que tratar con nosotros las medidas hubiese sido mucho más efectivo, porque somos los primeros a los que nos interesa reducir costes”. Apagar los escaparates también “puede producir una sensación de inseguridad en las ciudades”.
Félix Acuñá, presidente de Ahituvi, aseguraba que “a nosotros apenas nos afecta, porque aquí no se registran temperaturas tan elevadas de forma continuada, como ocurre en el sur”.
Plan para sustituir el alumbrado en Cambados
Ahorrar en el alumbrado público es uno de los grandes objetivos que se están marcando muchos municipios de la comarca, sustituyendo las luminarias por luces LED. Es el caso de Cambados, que ha contratado una auditoría para ver cuantas se deben cambiar. Esa auditoría permitirá al Concello identificar cuales son los puntos que tienen un mayor consumo y establecer preferencias a la hora de ir sustituyendo las lámparas. Lago reconoce que este cambio no será inmediato, pero se marca un plazo de cinco años para que todo el municipio disponga de luces LED. “Esto nos permitirá ahorrar y hacer una regulación de intensidad de la luz en función del horario”, explica, asegurando que toda la actuación se va a acometer en varias anualidades.
