Mientras Augas de Galicia no ejecute el ambicioso plan de mejora del saneamiento de Vilagarcía, en el que invertirá 10 millones de euros, el río Con seguirá recibiendo cada poco tiempo vertidos residuales que acaban llegando a la ría.
El gran problema es que, independientemente de ese plan de choque asumido por la Administración autonómica para mejorar la red municipal, los plásticos van a seguir acabando en sus aguas.
Se aprecia con más intensidad cada martes y sábado –jornadas de mercadillo–, pero en realidad la llegada de plásticos al río y la ría se repite a diario.
Se trata de uno de los elementos más contaminantes que pueblan los mares del mundo, de ahí la preocupación que despierta la situación en Vilagarcía, donde la imagen de la ciudad también sale perjudicada a causa de estos residuos, sobre todo en el entorno de la zona monumental de Vista Alegre.