El viento del norte se ha erigido en el gran enemigo de los servicios de extinción que luchan contra el incendio originado ayer en Caldas y que ha quemado 450 hectáreas de monte, casi todas arboladas, en su camino hacia a Vilagarcía de Arousa a través del monte Xiabre. Esta mañana las rachas han amainado y han permitido una cierta calma para los núcleos de población, pero la previsión indica que por la tarde volverá a aumentar la velocidad del viento.

"El aire puede reavivar las llamas en cualquier flanco porque el perímetro es muy amplio", ha explicado el director de extinción del incendio, José Antonio Gaiteiro. El técnico, desde el puesto de mando avanzado instalado en el polígono de Pousadoiro, ha apuntado que existen gran cantidad de pequeños focos susceptibles de reproducir las escenas de tensión vividas durante la pasada madrugada.

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Incendios en Galicia: Vilagarcía y Caldas luchan contra el fuego Noé Parga

Las primeras horas del día han supuesto un leve respiro para servicios de extinción y vecinos. Los habitantes de unas 25 viviendas de la parroquia de Cea que tuvieron que ser desalojadas ya han podido volver a sus casas, y se ha comprobado que no hay viviendas afectadas.

Sí, en cambio, hay dos instalaciones industriales, en esa misma zona, que han sufrido las llamas. Una de ellas, una chatarrería que ha sufrido daños calculados, en una estimación inicial, en 10.000 euros. Allí fueron donde explosionaron unas bombonas de propano. Al mediodía, la Consellería de Medio Rural actualizaba a 450 las hectáreas quemadas.

Hacia el mediodía, las carreteras de la zona se encontraban todas habilitadas para la circulación, después de permanecer cortados en algún momento de la noche puntos de las calzadas de la VG-4.7 y de la PO-305. En esta última, la DGT mantiene marcada una advertencia por retenciones entre el kilómetro 0 y el 4, en ambos sentidos.

En la zona del incendio trabajan 4 técnicos, 6 agentes, 30 brigadas, 24 motobombas, 5 palas, 4 aviones y 4 helicópteros. Asimismo, se ha solicitado el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Barbanza contra las cuerdas por el incendio de Boiro

No es el de Caldas-Vilagarcía el único fuego que afecta a la ría de Arousa. Ayer se declaró otro en su brazo norte, en Boiro, que ya calcinado 400 hectáreas, de acuerdo con los últimos datos de Medio Rural.

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Boiro cercado por el fuego tras declararse un incendio que ha calcinado ya 350 hectáreas R. V.

En este foco se ha declarado la situación de alerta 2 pasadas las 17:30 horas de la tarde, por la proximidad de las llamas al núcleo poblacional de Piñeiro. El fuego se inició a las 16:42 horas de ayer en la parroquia de Cruces, pero ya afecta a la zona de Sampaio, en el municipio vecino de A Pobra do Caramiñal, donde según las autoridades también podrían estar en peligro zonas residenciales. Hasta el momento se han movilizado tres técnicos, 25 agentes, 40 brigadas, 25 motobombas, cuatro palas, una unidad técnica de apoyo, 12 aviones y siete helicópteros.

Las llamas cercan áreas pobladas en Boiro

Las llamas cercan el núcleo poblacional de Piñeiro, en Boiro R. V.

El alcalde de Boiro, José Ramón Romero, ha reconocido que la situación "se ha complicado" en las últimas horas, aunque "de momento" no ha sido necesario desalojar a los vecinos ni se han producido daños a infraestructuras, aunque sí que "hay mucho humo" en la zona.

Son un total de 800 hectáreas quemadas entre ambos fuegos. Pero durante la mañana se han iniciado otros focos repartidos por la comarca de O Salnés. El más grave parece el de la parroquia de Tremoedo, en el límite entre Vilanova de Arousa y Cambados. Hasta el mediodía no había información oficial al respecto, aunque testigos presenciales observaron a medios aéreos trabajando en la zona, próxima a varios bodegas de albariño.