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El alcalde lo confirma: O Grove está a tope, pero con matices

El sector confía en agosto pero detecta que los visitantes gastan menos

Turistas en el restaurante Herlogón, en O Grove. FdV

José Cacabelos Rico, el alcalde socialista de O Grove, uno de los municipios gallegos con más tirón turístico, hace un balance positivo de lo que va de verano, aunque sin lanzar las campanas al vuelo y con la esperanza de que agosto pueda ser mejor.

“Tras hablar con los hosteleros puedo decir que tienen sentimientos enfrentados y una sensación agridulce, pues si bien estamos en un gran verano, quizás no lo es tanto como habíamos soñado”, manifiesta.

Pero, eso sí, “aunque todos esperáramos más, que nadie dude de que julio ha sido francamente bueno, en línea con otros veranos prepandemia”.

La playa grovense de A Lanzada. | // IÑAKI ABELLA

La sensación agridulce a la que alude se debe a que “el de 2021 fue un verano que nos sorprendió gratamente a todos, sobre todo porque veníamos de lo más duro de la pandemia y no había grandes expectativas”.

Sin embargo, “recibimos una masiva afluencia de visitantes con ganas de pasarlo bien y capacidad para gastar dinero, después del ahorro conseguido durante el estado de alarma y el confinamiento”.

Por el contrario, “este año las expectativas eran mucho mayores, y se pensaba que todo iba a ser fantástico, pero no está siendo así; no quiere decir que esté siendo un mal verano, sino todo lo contrario, pero hay menos dinero”.

Algunos campings “se han convertido en pueblos”

Cuando el alcalde de O Grove analiza cómo transcurre el verano en la localidad, no pierde de vista el papel que juegan los campings, dejando las puertas abiertas que en el futuro pueda hacerse una revisión de su funcionamiento.

Sin entrar en detalles, el primer edil hace hincapié en que “cada vez hay campings más grandes que consumen más aguas y más recursos naturales, que ocupan más monte y que, en algunos casos, acogen a más de mil personas, por lo que se han convertido en auténticos pueblos”.

Es, sostiene Cacabelos, “un fenómeno que habrá que analizar detenidamente”.

Dicho de otro modo, que “es un verano bueno, tirando a muy bueno –asevera–, en el que vemos a nuestro pueblo a tope, pero el comentario general que me traslada el sector es que los visitantes tienen una menor capacidad de gasto, y eso se hace notar”.

Abundando en ello, Cacabelos sostiene que “a falta de analizar detalladamente, y por sectores, cómo está transcurriendo, podemos sentirnos satisfechos, pues todos los consultados coinciden al decir que de jueves a domingo O Grove presenta una imagen inmejorable, y aunque la afluencia baja de lunes a miércoles, ésta sigue siendo buena”.

La isla de A Toxa. INAKI ABELLA DIEGUEZ

Apostilla que “las reservas pueden estar en torno a un 70%, y hay que tener en cuenta que disponemos de una gran cantidad de apartamentos y viviendas turísticas, segundas residencias y otros muchos alojamientos”.

Fuerte consumo de agua

El buen momento queda puesto de manifiesto, aduce, “con datos objetivos, como los referidos al consumo de agua y a la recogida de residuos, ya que se multiplican las cifras, sobre todo durante el fin de semana y en zonas como Pedras Negras y San Vicente do Mar”.

Tanto es así que “hay días en los que se cuadriplica el volumen de residuos recogidos, de ahí que hayamos tomado ya la decisión de aumentar el número de contenedores”.

Cacabelos termina su balance mostrándose convencido de que “agosto va a ser incluso mejor” y de que “aumentarán las reservas, llegando a O Grove incluso más gente que en julio”.

Festa do Marisco, la esperada cita con la que ampliar la temporada

Así pues, lo bueno del verano puede estar aún por llegar, ya que las previsiones para agosto son buenas –y el puente de la Ascensión siempre es una referencia en O Grove–. Pero el alcalde ya fija su mirada en uno de los grandes acontecimientos gastronómicos de España: la Festa do Marisco.

Un grupo de turistas en la isla grovense de A Toxa. | // IÑAKI ABELLA

“Va a ser una de las mejores ediciones de la historia, y volverá a resultar crucial tanto para O Grove como para la comarca y toda la provincia”, pronostica el alcalde, sabedor de que, tras dos años de ausencia –a causa de la pandemia–, “hay muchas ganas de volver a disfrutar de la Festa do Marisco”.

“A pesar de las enormes dificultades con las que nos estamos encontrando, ya que la reforma laboral nos complica la contratación de personal, y es mucho el que necesitamos para un evento tan importante como éste, sabemos que va a ser una fiesta histórica”, reflexiona.

El chiringuito La Cala Raeiros. M.M.

Es por ello que ya anima a grovenses, arousanos y turistas en general a acudir al “comedor de Galicia” y disfrutar de todo lo que supone esta cita “tan anhelada por todos y tan necesaria para la economía local”.

Recordando que “el 29 de septiembre se dará el pistoletazo de salida”, Cacabelos aprovecha para anunciar que “en breve presentaremos las actividades culturales y musicales a desplegar”.

El alcalde reconoce que la gestión municipal no es la adecuada

Aunque el balance provisional del verano que hace el alcalde es positivo, es valiente a la hora de reconocer, aún tirando piedras sobre su propio tejado, que la gestión municipal del mismo no está siendo la adecuada.

Y todo porque, “a causa de la reforma laboral, nos hemos encontrado con enormes dificultades, ya que un pueblo como el nuestro siempre dependió mucho de las contrataciones temporales de cada verano”.

Lo que sucede es que “la reforma laboral ha entorpecido la contratación de personal de apoyo para atender todos los servicios como nosotros quisiéramos, con cerca de un 40% menos de personal en las diferentes áreas”.

Esto significa disponer de “menos barrenderos, menos personal de mantenimiento y menos gente desbrozando viales”, lo cual se traduce “en un peor estado de caminos, cunetas, accesos a las playas y demás”.

En definitiva, que “estamos muy limitados y atravesando enormes dificultades para afrontar la prestación de ciertos servicios, de ahí que incluso la incorporación del personal de limpieza de playas se hiciera con muchísimo retraso, y que no pudiéramos incorporar a todos los socorristas que deseábamos para nuestras playas”, sostiene José Cacabelos.

Ejemplo de todo ello es que “nos vemos obligados a finiquitar el contrato de 14 personas el 10 de agosto, en plena temporada, lo cual es un contratiempo añadido que trataremos de compensar con la incorporación de otros diez trabajadores”.

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