La Fundación Amigos de Galicia, que ejerce como acusación popular, pide la máxima pena para el autor confeso del triple crimen perpetrado en Valga el 16 de septiembre de 2019, José Luis Abet Lafuente, conocido en su aldea de Ames por los sobrenombres de “El Moro” o “El Judío” y que sigue en prisión, a la espera de ser juzgado.
Se le acusa de haber dado muerte a quien había sido su mujer, Sandra Boquete Jamardo, madre de los dos niños de ambos –que presenciaron el asesinato–, su hermana Alba y su madre, María Elena Jamardo.
Como se explicó en su momento, aquel suceso conmocionó a toda España, por la sangre fría con la que actuó el asesino confeso, pues tras disparar a su exmujer delante de sus hijos –tenían 4 y 7 años– la emprendió a tiros contra su excuñada Alba y la abuela de los niños, que habían acudido en auxilio de la primera.
Según consta en el escrito presentado por el abogado de Amigos de Galicia, Francisco José Lago Calvo, se pide que Abet se condenado a la pena de prisión permanente revisable por uno de los asesinatos, y 23 años más por cada uno de los otros dos.
También reclama doce años de prisión más “por cada uno de los delitos de lesiones provocadores de grave enfermedad psíquica” causados a sus hijos, “dos años y seis meses por tenencia ilícita de armas” y la prohibición de aproximarse a los niños y a su abuelo. Además de reclamar la pérdida de la patria potestad.
Asimismo la acusación popular pide en concepto de responsabilidad civil una indemnización para los menores en la cantidad de 500.000 euros a cada uno de ellos, “por el irreparable daño causado por el fallecimiento de su madre, su abuela y su tía, y por los daños sufridos por el delito de lesiones psíquicas”.
Junto a 300.000 euros para el abuelo de los niños, que es también marido y padre de las víctimas. Eso sin olvidar la reclamación de 80.000 euros para el novio de una de las fallecidas, cuñada del presunto asesino.
El letrado de la entidad puso de manifiesto en sus conclusiones provisionales que el acusado “procedió en modo inopinado e indiscriminado y sin que las víctimas pudiesen defenderse, con el manifiesto ánimo de acabar con sus vidas”.
Esto lleva a Francisco José Lago Calvo a considerar que los hechos “son constitutivos de tres delitos de asesinato”, además de atribuir a Abet “un delito de tenencia ilícita de armas” y “dos delitos provocadores, cada uno de ellos, de una grave enfermedad psíquica”.
La Fundación Amigos de Galicia, que vuelve a manifestar su enérgica repulsa ante ese triple asesinato y los “delitos de lesiones graves” presuntamente cometidos por Abet sobre sus dos hijos, dice haberse presentado como acusación siguiendo su estrategia de “defensa de los derechos de las mujeres que sufren la lacra de la violencia de género”.
La misma posición que en este y otros casos lleva a la organización a “velar por los menores huérfanos víctimas de este tipo de violencia”.
En relación con esto, Amigos de Galicia recuerda que lleva años “trabajando en programas de protección de menores”, disponiendo de “un plan integral que ofrece asesoramiento psicológico y jurídico”.
Además de brindarles apoyo social, “mediante la cobertura de las necesidades básicas, siendo conscientes que en el momento de separación de la persona que ejerce la violencia, los menores a cargo se encuentran en la mayoría de los casos desamparados y sin apoyo económico”.
