Por increíble que pueda parecer, a tenor del histórico enfrentamiento que mantienen, PP y PSOE de Valga adoptan una postura coincidente a la hora de rechazar el proyectado polígono industrial del Concello vecino de Pontecesures.
Junto al único representante electo de Valga Viva, Manuel Castiñeiras, conservadores y socialistas valgueses aprobaron en el pleno de la Corporación un paquete de alegaciones que responde al creciente malestar ciudadano y trata de evitar posibles daños a la flora, la fauna y a los propios vecinos.
Se trata, en definitiva, de aprovechar el proceso de exposición pública al que está siendo sometido el proyecto para poner límites al parque empresarial impulsado y aprobado inicialmente por la Xunta de Galicia, con el firme respaldo del gobierno tripartito de Pontecesures, que dirige el conservador Juan Manuel Vidal Seage.
Bajo ningún concepto vamos a permitir que el proyecto se lleve a cabo en las condiciones en las que está, pues no queremos retroceder quince años, a cuando teníamos que ir con la zódiac a rescatar a la gente a sus casas
Así la cosas, teniendo en cuenta que el polígono proyectado ocuparía terrenos que lindan con Valga, los munícipes de esta localidad advierten de posibles riesgos o contratiempos en cuanto a gestión del agua y aluden a la existencia de dotaciones públicas “especialmente sensibles” que podrían verse perjudicadas, tales como el centro de salud, el PAC, guardería, colegio de Baño, instituto, instalaciones deportivas y centro ocupacional para personas con discapacidad.
Es por ello que el pleno valgués reivindica que las canalizaciones de recogida de pluviales no se realicen a través de conducciones que dirijan el agua hacia el regato Soutiño, en A Devesa, por considerarlo “un punto crítico en cuanto a desbordamientos e inundaciones”.
Abundando en ello, el alcalde, José María Bello Maneiro, fue contundente al decir: “Bajo ningún concepto vamos a permitir que el proyecto se lleve a cabo en las condiciones en las que está, pues no queremos retroceder quince años, a cuando teníamos que ir con la zódiac a rescatar a la gente a sus casas”.
En el mismo paquete de alegaciones se reclama que la dotación de las infraestructuras necesarias para la gestión del agua que precisará el polígono se ejecute en el término municipal pontecesureño, es decir, sin invadir el valgués.
Al mismo tiempo, Valga exige la realización de un estudio que determine el posible impacto sonoro del parque empresarial en las instalaciones educativas, deportivas y asistenciales, incorporando “medidas reductoras para garantizar el correcto funcionamiento de las existentes y las previstas en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM)”.
Pero eso no es todo. Valga también alerta de la posible afección del polígono sobre las carreteras de su titularidad en Baño y A Tarroeira, de ahí que el pleno reclame un estudio de movilidad que analice el impacto del tráfico que generaría el parque empresarial en la zona.
Se pide así desde el convencimiento de que “se incrementará notablemente el tráfico pesado en una zona por la que caminan con frecuencia los niños que van al colegio y los peatones que acuden al centro de salud”.