Prevenir cualquier problema estructural, ese es el objetivo del Programa de Xestión de Estruturas e Obras de Paso que ha puesto en marcha la Consellería de Infraestruturas, dirigida por Ethel Vázquez, y que esta semana se ha centrado en puentes de la comarca de O Salnés, en especial el de A Illa de Arousa.
Los trabajos de los operarios de la Consellería no pasaron desapercibidos en el día de ayer en el puente isleño, ya que la estructura y el camión que utilizaban recordaban a lo ocurrido en 2010, cuando el puente fue ampliado y reparado después de un cuarto de siglo soportando la corrosión del agua salada y el efecto de las mareas, así como el constante flujo de vehículos por su superficie.
Del camión se descolgaba una estructura que facilitaba a los operarios acceder a la parte de abajo de la plataforma y a los puntos de unión de las columnas y comprobar cuál es el grado de deterioro o si todavía se encuentran en perfectas condiciones. Su presencia en el puente obligó a regular el tráfico en la zona, aunque no llegó a provocar retenciones.
El programa al que ha sido sometido, junto con el de O Terrón el pasado martes, es pionero y tiene como gran objetivo realizar controles e inspecciones periódicas sobre el estado de esas infraestructuras para prevenir cualquier tipo de deterioro y garantizar el buen estado de conservación. Localizar cuanto antes esos problemas es fundamental para acometer cualquier tipo de actuación que pueda ser necesaria.
Inaugurado el 14 de septiembre de 1985, el puente de A Illa fue una de las mayores inversiones acometidas en la época, sirviendo para acabar con siglos de incomunicación entre el pequeño municipio arousano y el continente. Desde entonces solo se ha actuado de forma integral una sola vez, entre 2009 y 2010, cuando fue sometido a una importante remodelación, que contempló la ampliación del tablero para mejorar el espacio para peatones e introducir un carril bici, mejorando también la seguridad para los vehículos. A través de ese puente llegan a A Illa servicios básicos como la luz, el agua o el teléfono además de ser el cordón umbilical de las comunicaciones para el municipio.