El polígono de Barro se está consolidando como uno de los motores empresariales de la comarca. O al menos como uno de los que está atrayendo un mayor número de inversiones. Según las últimas actualizaciones realizadas por la Diputación, un total del 71% del suelo de la primera fase del polígono está ya vendida, lo que se traduce en 54 parcelas ocupadas de las 76 en las que se dividió inicialmente el parque empresarial.
Actualmente, son ya 20 las empresas que están instaladas o que están en proceso de hacerlo en estas parcelas (muchas de ellas ocupan varias), destacando la inversión que realiza el Grupo Froiz para instalar allí su gran centro logístico en una superficie de 88.000 metros cuadrados.
El alcalde de Barro, Xosé Manuel Fernández Abraldes, explica que el polígono logró arrancar al fin en los últimos años y, aunque ya parecía coger ritmo anteriormente en cuanto a la venta de parcelas, reconoce que el gran desembarco de Froiz hizo que el área empresarial se pusiera “bajo un foco que atrajo el interés de muchas empresas”.
No saben si fue por la presencia del gigante de la alimentación, pero parece que este sector es uno de los que precisamente más está apostando por ubicarse en Barro, quizá por su estratégica localización cerca dos puertos de interés general y de varias vías de alta capacidad. Lo cierto es que las dos últimas en incorporarse a la listas de empresas que se instalarán en Barro-Meis son Artesa Rías Baixas, dedicada a la venta de productos de hostelería y restauración; así como Mafari Café que utilizará tres parcelas diferentes.
Sector del transporte
Antes ya habían desembarcado otras firmas del sector alimentario como T. C. Group Atlántico, la cervecera Hijos de Rivera, Frutas Moncho, Transfrío o Mariscos Alumar. El polígono de Barro también fue de los primeros en contar con una gasolinera “low cost” y completan la lista de inversores Aricur (áridos), Balvalén (transportes), Rafael Díaz (transportes), Novas Rías y Trabegóns (también del sector transporte, muy asentado en el área empresarial).
Docer, Gescogra, Gasóleos Xeve, EDF Solar, Acuña Investing o Cacnor son otras de las empresas que apostaron por este polígono.
Y la previsión es que las inversiones continúen llegando. Tanto el alcalde de Barro como la Diputación de Pontevedra señalan que el interés por las parcelas que todavía están a la venta en el polígono es muy alto. “Seguimos recibiendo llamadas para interesarse por el precio, disponibilidad de parcelas, lo cierto es que sí que parece un polígono atractivo para los empresarios”, indica Fernández Abraldes.
También en la Diputación reconocen que “hay interés por parte de muchas empresas por asentarse en el polígono y, en este sentido, se han iniciado contactos que pueden que fructifiquen en lo que resta de este 2022 con la venta de alguna nueva parcela”.
“Las empresas llaman interesándose por las condiciones urbanísticas de las parcelas del polígono y solicitan la realización de estudios económicos para ver la viabilidad de instalarse”, añaden desde el ente provincial.
En cuanto al empleo, el regidor de Barro explica que el crecimiento del polígono se está dejando notar en el empleo local. “Está claro que no todos los que trabajan aquí viven en Barro pero sí tengo constancia de que hay gente del municipio que ya se incorporó a alguna empresa allí”. En todo caso, las inversiones que se están realizando en Barro no solo están generando mano de obra y riqueza en lo que respecta a la construcción de las distintas instalaciones (también de forma indirecta para empresas de toda la comarca), sino que por ejemplo en el caso de Froiz la previsión es que, además del traslado de unos 400 trabajadores propios, el nuevo centro logístico en el polígono permita la creación de otros cien empleos a mayores, según la información trasladada en su día.
En Barro también es notó en la actividad administrativa del Concello que vio como está concediendo últimamente licencias de obras de estas grandes firmas para poder ejecutar sus proyectos.
Interés por reactivar a medio plazo una de las otras dos fases previstas en el proyecto inicial
El polígono de Barro-Meis nació a principios de siglo con una previsión de hasta tres fases. Actualmente está construida la primera de Outeda, con una superficie de casi 500.000 metros cuadrados. La ordenación urbanística de toda esa zona preveía también una posible expansión hacia Meis, la SUI-2, de 438.393 metros cuadrados, y la SUI-1 Barro de promoción privada con una superficie de 170.961 metros cuadrados. El alcalde de Barro reconoce que con la actual ocupación del polígono (de hasta un 71%), uno de los problemas es la de ofertar grandes superficies de suelo, puesto que cada vez es más difícil realizar grandes agrupaciones de parcelas. Esto ha llevado a que se haya retomado a nivel informal el interés por la posible reactivación a medio plazo del desarrollo de esa posible bolsa de suelo privado de más de cien mil metros cuadrados de suelo industrial que está pegada al actual polígono y con el que comparte infraestructuras. Habrá que esperar a ver si el tirón que ahora demuestra este polígono se mantiene y esto facilita el desembarco inversor necesario para acometer esta ampliación.
