El Encontro de Palilleiras de Vilanova de Arousa fue un verdadero acontecimiento social. En la mañana de ayer acudieron al pabellón unas cuatrocientas expertas en encaje de bolillos de toda Galicia y en especial de Camariñas, capital de este arte del buen hilar.

Entrar en el polideportivo era inexcusable pues ya solo la percusión invitaba, una llamada sonora que anticipaba lo que se iba a encontrar dentro; verdaderas profesionales del encaje que con una paciencia fuera de toda duda consiguen la geometría del tapete, sin necesidad de reglas ni cartabón o compás.

Solo unas almohadillas, unas agujas estratégicamente dispuestas y un mecánico movimiento de brazos con el que consiguen alcanzar la perfección del tejer.

Participantes en la exhibición de palilleiras de Vilanova| // IÑAKI ABELLA

De ahí que sea un encuentro de artistas que cada año acuden a Vilanova para demostrar sus destrezas y a la vez “espiar” lo que hacen las demás, pues nunca es tarde para aprender algo más.

Muchas más mujeres que hombres, aunque alguno había, explicaron a quienes se acercaban algunas de las técnicas para conseguir el primer tapete, que sumados a otros muchos más, puede llegar a convertirse en un mantel de ceremonia, con un valor incalculable.

Y es que la mayor parte de sus trabajos son verdaderas joyas como se pudo ver también en la exposición que complementó el Encontro.

Los puestos hilos de todo tipo, de bolillos, de cojinetes y otro instrumental necesario para realizar la actividad también llamaron la atención del público y de los asistentes.

Lo que tienen claro es que sigue siendo la mejor terapia, está demostrado que reduce el estrés.