Sanitarios arousanos recomiendan extremar las precauciones en la ola de calor. Estos son los signos de alarma
Las inusuales y altas temperaturas de estos días acentúan las patologías de base en enfermos crónicos, sobre todo cardíacos | El Hospital do Salnés llega a picos de 160 pacientes en un día

El sábado falleció en la playa Compostela de Vilagarcía un septuagenario que sufrió una parada cardiorrespiratoria. / Iñaki Abella

A la falta de sustitución del personal de vacaciones y al incremento de la población por la llegada de turistas –un cóctel que suele complicar la actividad en Urgencias– se suman este verano las numerosas bajas por COVID entre los sanitarios, así como las atenciones a pacientes contagiados. Por si no fuese poco, estos días hay que añadir la prolongada ola de calor que afecta a las Rías Baixas y que ha disparado el mercurio por encima de los 35 grados. Aunque ayer bajaron un poco las temperaturas, Meteogalicia prevé en Vilagarcía 37 grados para el martes y 35 para el miércoles.

Una visita institucional al Hospital do Salnés, con el gerente del área sanitaria y el delegado de la Xunta. / INAKI ABELLA DIEGUEZ
Entre 140 y 150 urgencias diarias
El Hospital do Salnés está atendiendo una media de entre 140 y 150 enfermos diarios, con picos de 160, según confirma la supervisora de Enfermería de Urgencias y vicepresidenta de Semes-Galicia, Concepción Abellás. Como suele ser habitual, gran parte de los pacientes presentan patología denominada banal, es decir, que se podría resolver en Atención Primaria. El problema es que los PAC y ambulatorios trabajan en la temporada estival completamente en precario y los ciudadanos recurren a las Urgencias hospitalarias para encontrar una solución a sus problemas de salud. Abellás es consciente de esta situación, que “dispara” las asistencias en Rubiáns. Con todo, el porcentaje de personas que necesitan ingreso es bajo y no hay problemas de camas ni esperas para subir a planta.
“Estamos concediendo los permisos imprescindibles, pero días de libre disposición no, porque no hay personal para contratar”, señala la jefa de las enfermeras de Urgencias del Hospital do Salnés.
La población más vulnerable: niños y personas mayores
En relación a la actual ola de calor, indica que “afecta a la población más vulnerable, como personas mayores y niños”. “No estamos acostumbrados a estas altas temperaturas tan mantenidas en el tiempo como en otros lugares, como por ejemplo Sevilla. Llevamos casi una semana y nos lanzamos a la calle, a la playa, a hacer deporte... Y llegan casos a Urgencias. Esta ola de calor acentúa las patologías de base, especialmente de los enfermos cardíacos”.
"No estamos acostumbrados a estas altas temperaturas tan mantenidas en el tiempo. Nos lanzamos a la calle, a la playa, a hacer deporte... Y llegan casos a Urgencias. Esta ola de calor acentúa las patologías de base, especialmente de los enfermos cardíacos"
Explica la sanitaria que con el calor “las venas se dilatan, baja la tensión y el corazón tiene que trabajar más rápido”. Por ello hace un llamamiento a la población para evitar la exposición al sol en las horas centrales del día. “No hay que hacer deporte ni estar en el campo de once de la mañana a ocho de la tarde y debemos beber al menos cada dos horas aunque no tengamos sensación de sed”, recomienda la vicepresidenta en Galicia de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), que recalca que “cosas básicas” como utilizar sombrero, ropa floja, sombrilla, beber a menudo, comidas ligeras que incluyan frutas y verduras, evitar las horas centrales del día,... “te salvan la vida”.
Es necesario beber agua cada dos horas aunque no se tenga sensación de sed
Alcohol y bebidas azucaradas, lejos
En ello coincide Ramón Barreiro, médico de Urgencias y presidente del sindicato Cesm-Galicia. El facultativo hace hincapié en la necesidad de ingerir agua o bebidas isotónicas sin esperar a tener sed. “No debemos beber alcohol o bebidas estimulantes o muy azucaradas porque pueden producir deshidratación”, aconseja el profesional.
También propone “ponerse en lugares frescos, a la sombra y darse un baño si es posible”. “Si estamos en casa, bajar persianas o cortinas para evitar que entre el sol directo en las estancias y no utilizar elementos que produzcan calor como la plancha u otra maquinaria”.
En relación a las comidas, que sean ligeras, como ensaladas, verduras, frutas, zumos, gazpacho, ... Porque ayudan a reponer las sales que se pierden con la sudoración.
“Hay que tener especial cuidado con las personas mayores –sobre todo si viven solas porque no suelen tener sensación de sed–, enfermos crónicos, obesos, personas con las facultades mentales disminuidas o niños menores de 4 años”
Los colectivos de riesgo
Tanto Abellás como Barreiro coinciden en que desde el ámbito sanitario se insiste cada año en estos consejos pero no todas las personas los siguen. Protección solar, sombrero, calzado cómodo y transpirable y ropa holgada son una combinación “imprescindible”.
Ramón Barreiro advierte de que hay que tener especial cuidado con los colectivos de riesgo en olas de calor, como “personas mayores –sobre todo si viven solas porque no suelen tener sensación de sed–, enfermos crónicos, obesos, personas con las facultades mentales disminuidas o niños menores de 4 años”.
¿Cuáles son los signos de alerta? Según explica el médico de Urgencias Ramón Barreiro, se pueden producir tres situaciones por exceso de calor. La más leve son los calambres, habitualmente en brazos y/o piernas: “Es el primer síntoma de que el calor te está afectando. Si los calambres persisten más de una hora es conveniente consultarlo con un médico, parar la actividad que te los ha producido y beber”.
El agotamiento por calor suele presentarse cuando ya han pasado varios días consecutivos de altas temperaturas. Puede manifestarse con fatiga, debilidad, mareos, náuseas o incluso desmayo. “Debemos descansar en un lugar fresco, beber agua o bebidas isotónicas y si persiste, ir al médico”, señala el especialista.
La tercera situación y más grave, ya que puede llegar a ser mortal, es el golpe de calor. “En este caso el organismo pierde la capacidad de regulación de temperatura, alcanzando los 40 o 41 grados. Hay que ir a Urgencias inmediatamente y tratar de enfriar el cuerpo con paños fríos y beber líquidos”, aconseja Barreiro.
Los síntomas del golpe de calor son el calor extremo, la sequedad y enrojecimiento de la piel, pulso acelerado y dolor de cabeza intenso. En los cuadros más graves pueden provocar confusión mental y pérdida del conocimiento.
¿Cómo actuar si alguien a tu alrededor tiene estos síntomas? “Aflojarle la ropa, poner a la persona a la sombra y si está consciente, darle bebida fresca. Si no está consciente no, hay que hacerle RCP”, indica la supervisora de Enfermería de Urgencias del Hospital do Salnés, Concepción Abellás.
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