La consecución de socorristas para las playas se ha convertido en el peor quebradero de cabeza para los Ayuntamientos costeros en verano, en parte por las paupérrimas condiciones laborales que se ofrecen: salarios mileuristas en un momento de inflación galopante y contratos para solo julio y agosto.

Uno de los socorristas que participaron en las pruebas de Vilagarcía. Noé Parga

Las dificultades para encontrar candidatos en estas condiciones son puestas de manifiesto por todas las administraciones, independientemente del color político aunque la atribución de responsabilidades sea diferente y estimen que la Xunta o el Estado son los que tendrían que suplirles en el cometido de proporcionar la máxima seguridad a los bañistas durante el verano.

O Grove fue el primero ayer en admitir la grave situación a pesar de que delegó la búsqueda en una empresa especializada que ni en el último minuto encontró personal suficiente para realizar las especiales funciones que se encomiendan a los vigilantes, que no solo tienen que demostrar habilidades físicas sino que han de aportar conocimientos sobre auxilios básicos.

"Va a resultar muy difícil llegar siquiera a los 17 socorristas que contratamos el pasado verano"

José Antonio Cacabelos - Alcalde de O Grove

El alcalde José Antonio Cacabelos señalaba ayer que de momento solo puede garantizar personal de socorrismo para la playa de A Lanzada pues “va a resultar muy difícil llegar siquiera a los 17 socorristas que contratamos el pasado verano, de los 30 necesarios”.

En Vilagarcía la situación ha sido menos compleja que el pasado año porque se anticiparon las pruebas de admisión y esta misma mañana comienzan a recorrer la playa de Compostela y la de Bamio un total de diez vigilantes de los doce que se buscaban.

En A Illa también resultó imposible, de momento, contratar a personal por lo que no izará la Bandera Azul, mientras que Vilanova con playas emblemáticas como As Sinas o Cambados ni siquiera se plantean la búsqueda.

El presidente de la Asociación de Educación Ambiental y del Consumidor (ADEAC) José Palacios es conocedor del déficit de socorristas “en Galicia y otras zonas de España, con un período laboral reducido a dos meses, o a tres en el mejor de los casos, por lo que optan por otras zonas en las que trabajan más tiempo y con mejores sueldos”.

"Son muy pocos los profesionales disponibles para trabajar solo durante dos meses"

José Palacios - Presidente de ADEAC, organismo que otorga la Bandera Azul

Asegura Palacios que el número de profesionales censados “es amplio”, pero matiza que son “muy pocos los que están disponibles para trabajar solo durante dos meses”, por lo que en su opinión “la solución pasa por ofertar más actividades formativas, desde las administraciones públicas y las propias universidades o entidades educativas”.

El alcalde de A Illa, el socialista Carlos Iglesias admite que también este año la oferta de empleo tiene una mayor complejidad “al entrar en vigor la reforma laboral y que nos obliga a un proceso de contratación diferente, por prestación de servicios”.

"Al entrar en vigor la reforma laboral se nos obliga a un proceso de contratación diferente"

Carlos Iglesias - Alcalde de A Illa

Por su parte Cacabelos urge un cambio de modelo. Entiende que es la Xunta de Galicia la que tiene que replantear la forma de contratación para que no sean los Ayuntamientos los que carguen con esta responsabilidad a solas, cada verano.

En contraposición, el alcalde de Vilanova, el popular Gonzalo Durán considera que es el Estado el que debe afrontar esta competencia en exclusiva porque “Vilanova o A Illa reciben la misma cantidad que Lalín para la atención de las playas: cero euros”, afima con su habitual ironía. Durán es especialmente crítico con la Administración estatal, “muy exigente con una Ley de Costas que obliga a mantener el litoral en estado de revista pero sin dotarla de partida presupuestaria”.

"Vilanova o A Illa reciben la misma cantidad que Lalín para la atención de las playas: cero euros”

Gonzalo Durán - Alcalde de Vilanova de Arousa

Entiende Durán que no es lo mismo que se obligue a Sanxenxo o a Marbella a tener sus playas en perfectas condiciones que a “Vilanova o A Illa que no tienen ingresos por los segundos pisos o consumos en comercios que repercutan en las arcas municipales”. “A los Ayuntamientos menos turísticos nos obligan a hacer gastos que no nos podemos permitir, y mucho menos ahora con unos carburantes disparados que implican racionalizar, por ejemplo, el uso de las máquinas limpiaplayas con un enorme consumo de gasóleo”.

En Vilagarcía, por su parte, hoy se intentará completar el cupo de 12 socorristas para cubrir la Compostela, Campanario y O Preguntoiro.

Menores exigencias para participar en la vigilancia

La realización de los cursos que habilitan para ser socorrista también es otra de las trabas importantes a la hora de contratar personal, pues su precio no está al alcance de todos los aspirantes y también coarta a quienes quieren renovar el título, explica entre otros el alcalde isleño. Con todo, las condiciones exigidas en Galicia para optar a la convocatoria de contratación de profesionales de las actividades de socorrismo acuático, información y primeros auxilios son más laxas tras la publicación del Decreto 152 del pasado 2021. En este se establece también la figura de “ayudante”, como personal auxiliar de información y primeros auxilios “que podría prestar servicios en las playas con Bandera Azul, siempre acompañado de un socorrista, con cualificación profesional”. Se habilita asimismo por esta orden a los “estudiantes de grado de Educación Física, sin necesidad de haber finalizado sus estudios”. El alcalde de A Illa Carlos Iglesias indicó que el Ayuntamiento realizó dos convocatorias para cubrir las seis plazas exigidas para las playas de O Bao y Area da Secada, que tienen Bandera Azul y solo se presentó un candidato. El alcalde asegura que las condiciones laborales eran “buenas” e incluso se planteaba contar “con un coordinador y cinco socorristas, porque lo principal era garantizar seguridad a quienes acuden a nuestras playas”