La Brigada Galicia VII sigue mejorando los equipos de adiestramiento de los que dispone en la Base General Morillo de Figueirido. Así, desde el pasado mes de marzo dispone de una novedosa instalación que permitirá a los militares de la Brilat mejorar la instrucción de su personal en el combate y movimientos en zonas urbanizadas. Se podría decir que la Brigada cuenta con su propio “edificio”, una torre multiusos en el que se pueden emplear técnicas específicas de movilidad.

El objetivo, simular posibles situaciones de combate en edificaciones con la superación de obstáculos artificiales así como la práctica de procedimientos tanto de inserción como de extracción de efectivos, heridos u objetivos.

La Brilat está comprobando en las últimas semanas la versatilidad y las múltiples posibilidades que ofrece esta torre multiusos. Personal de todas las unidades de la Brigada están ya entrenándose y realizando nuevos ejercicios prácticos: “Hemos visto que el combate en zonas urbanizadas es una realidad. Este tipo de instrucción nos da una capacidad de maniobrabilidad mayor dentro de zonas urbanas y de edificios” explica el sargento primero Ucha, destinado en el Regimiento Isabel la Católica 29 a la revista Tierra, del Ejército.

La torre cuenta con una superficie edificada de 36 metros cuadrados y una distribución de tres plantas con 10 metros de altura. Dispone de obstáculos exteriores e interiores que recrean situaciones que los militares se pueden encontrar en cualquier edificación. Desde descenso por huecos y túneles de conductos de servicios a rápel, técnicas de escalada o destrepe, la torre les ofrece numerosas alternativas.

“Hasta la fecha, para instruirnos en estos procedimientos solicitábamos las instalaciones de campos de maniobras con la capacidad de actuar en edificaciones. Para las técnicas de rápel aprovechábamos medios naturales”, explica el sargento en este mismo medio. Por ejemplo, en muchas ocasiones se desplazaban al embalse de O Pontillón do Castro para realizar este tipo de descensos y ejercicios, según explican desde la base General Morillo.

El entrenamiento en esta nueva instalación debe seguir una serie de protocolos. Para empezar, el puesto de director técnico de la torre debe asumirlo un mando con el curso de montaña, que es el responsable del estado del material e instalaciones. También intervienen un auxiliar de torre y un instructor, ambos diplomados o con el certificado de instructor de torre.

El adiestramiento, además, se realiza de forma progresiva e incrementando su complejidad. Primero sin el equipo y después incluyendo ya la utilización de armamento de combate y también en condiciones nocturnas.

Además, la estructura está pensada para que se le puedan añadir nuevos elementos que sirvan para incrementar las posibilidades de entrenamientos de la torre. Aunque prestará servicio principalmente para el personal de la Brigada, se contempla que se pueda apoyar a otras unidades de las Fuerzas Armadas o incluso a unidades especializadas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”.