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Desde Cambados a Indianápolis para convertirse en el mejor piloto en un santuario de la velocidad

Pablo López, profesional en desarrolladores, ganó el campeonato de conducción simulada de la Indy Car

Pablo López en su casa de Cambados con el simulador con el que trabaja y compite contra pilotos de todo el mundo. Iñaki Abella

La vida de Pablo López sucede detrás de un volante, pero sin necesidad de salir de casa. Natural de Cambados, a sus 35 años se ha convertido en una referencia mundial de la conducción simulada, la misma que se ha convertido en la base de operaciones de las mejores escuderías del mundo para mejorar sus ingenierías buscando dar esa décima de segundo que pueda marcar la diferencia en los grandes circuitos.

Mostrando el casco que le otorgaron como vencedor con la firma de los pilotos de la Indy Car. Iñaki Abella

La carrera de Pablo López hasta entrar entre los diez mejores del mundo de i-Racing ha sido una demostración constante de talento en los mejores circuitos que le reproducían sus pantallas mientras él agarraba un volante lleno de botones y atendía un montón de datos, a imagen y semejanza del más avanzado vehículo de competición.

Su vocación por el pilotaje le viene desde muy pequeño, pero el muro económico de una especialidad así le llevó poco a poco a encontrar el camino de lo virtual hasta convertirlo en su medio de vida. Antes de ello, estudió informática y trabajó durante seis años en una empresa de páginas web. Todo sin dejar nunca de entrenar cual piloto de Fórmula 1 hasta alcanzar en 2008 la novena posición del ránking mundial. Las puertas de la élite ya habían sido derribadas.

Coach en la Virtual Racing School y piloto del equipo de e-Esports de Ford

Su capacidad y talento no pasó desapercibida la Virtual Racing School que le ofreció la posibilidad de convertirse en instructor y no dudó en aceptarla. De ahí a convertirse en piloto del equipo de e-Sports de Ford apenas pasó tiempo y su vida transcurre ahora por muchos lugares del mundo entre competición y desarrolladores de la máxima tecnología.

Ya en 2016 ganó el Campeonato Mazda en España y el premio fue acudir a Estados Unidos a pelear por la consecución de una beca de 100.000 euros para poder contar con su propio vehículo de competición, pero aquella primera intentona no pudo ser.

Como él mismo reconoce, la explosión de la conducción virtual se produjo a raíz de la pandemia. “Cambió todo muchísimo y todos los pilotos se pusieron a competir en simulación”. Entre ellos el propio Max Verstappen, campeón del mundo de Fórmula 1. Fue en esa época donde también conoció a Álex Palou, primer campeón de la historia en la Indy Car de Indianápolis.

Su casa es un auténtico laboratorio de búsqueda de la velocidad. INAKI ABELLA DIEGUEZ

“El año pasado gané el campeonato virtual de Arteixo y me dejaron probar el kart cross. Grabé unos vídeos se los pasé a Álex y se vino el pasado diciembre, justo después de ganar en Indianápolis, a competir conmigo en el test del Kart Cross Trophy. Fue un auténtico disfrute poder compartir coche con él”, apunta Pablo López.

Tal fue el impacto de la experiencia de pilotar de manera real, que el propio Pablo López reconoce que “me gustó tanto que me apunté a tres carreras este año. Pero tengo claro que mi camino está en los desarrolladores y en la conducción virtual”.

Y la perfecta combinación entre esa amistad surgida y el talento en la conducción encontró su demostración precisamente en el circuito de Indianápolis. Alli, a Estados Unidos, fue invitado el cambadés por el catalán para acompañarle a una cita de la Indy Car y mientras uno quemaba neumático sobre el asfalto, el otro probaba a participar en un simulador sus capacidades.

Pablo López compartió vehículo con Álex Palou el pasado diciembre en Arteixo. FDV

Esa misma idea la tuvieron centenares de visitantes al circuito ese fin de semana, pero quien marcó la vuelta más rápida fue Pablo López. Todo un campeón en Indianápolis que recibió un casco de competición con las firmas de todos los pilotos de la Indy Car. Un privilegio que está al alcance de muy pocos y del que este cambadés puede presumir.

No se quedó en ese enorme triunfo la felicidad que le supuso el viaje a Estados Unidos. Allí también tuvo la posibilidad de conseguir apoyos para poder participar en carreras reales este año que se correrán en Carballo y en Arteixo.

Colaborador en telemetría de la Universidad Nebrija

De la mano del pontevedrés Guillermo Alfonsín, ingeniero y profesor de adquisición de datos en telemetría en la Universidad Nebrija de Madrid, Pablo López también colabora en el desarrollo de diferentes trabajos con los alumnos. Como él mismo explica, “para aprender a leer la telemetría trabajamos con simuladores. Yo me encargo de la parte práctica y a final de curso hacen un reto que es a modo de examen midiéndose a otros pilotos”. Pero la docencia del cambadés en la conducción no se queda ahí.

Su propia casa se ha convertido en un aula de referencia de la conducción. Desde allí realiza vídeos tutoriales que ayudan a mejorar el rendimiento de miles de practicantes del pilotaje virtual. “También son vídeos que utilizan pilotos profesionales porque les ayudan a ir rápido. Hay que tener en cuenta que los datos de conducción son los mismos que en un coche real, con la única diferencia de que lo nuestro tiene menos riesgo, es más barato y si tienes un accidente solo tienes que volver a empezar”, concluye un Pablo López que se ha convertido en toda una referencia del pilotaje mundial.

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