Ya nadie puede dudar a estas alturas de que el enoturismo es una de las bazas más importantes de la comarca y el conjunto de la Denominación de Origen Rías Baixas.
De ahí que cada vez sean más los visitantes que acuden a cualquiera de sus subzonas productoras para disfrutar de bodegas, viñedos y vino, como también de pazos, jardines y otros muchos encantos.
Volvió a quedar patente durante la última edición de las jornadas de puertas abiertas de la Ruta do Viño Rías Baixas impulsadas por la Axencia de Turismo de Galicia, ya que, a pesar del mal tiempo reinante, fueron 750 las personas que disfrutaron de las diferentes experiencias programadas.
Así lo explican desde la propia Ruta, donde matizan que de esos 750 asistentes, 278 eligieron alguno de los itinerarios de los 14 Buses del Vino que partieron desde Pontevedra, Santiago y Vigo.
Asimismo, 386 formaron parte de las diferentes actividades gratuitas llevadas a cabo en las 22 bodegas participantes, “mientras que 86 enoturistas disfrutaron de alguna de las nueve actividades especiales organizadas por los socios de la Ruta do Viño Rías Baixas”.
Su gerente, Lorena Varela, abunda en ello diciendo que esas bodegas “han mostrado su satisfacción por la buena respuesta” de los ciudadanos.
A lo que añade que “el público, ha vuelto a demostrar que estas jornadas son una actividad consolidada”.
Aprovecha para agradecer la implicación de los socios de la Ruta do Viño “por su constante implicación y su disposición a crear una atractiva oferta enoturística”.
Puede recordarse que gracias a las citadas jornadas de puertas abiertas, los participante se acercaron a bodegas como Bouza de Carril, Palacio de Fefiñanes, Eidos, Casa da Barca, Mar de Frades, Pazo de Rubianes, Viña Moraima, Martín Códax, Gil Armada, Terra de Asorei, Paco & Lola, Lagar de Besada, Viña Cartín, Lagar de Fornelos, Santiago Ruiz, Valmiñor, Adegas Galegas, As Laxas y Viña Nora, entre otras.
Una vez superada esa cita, cualquiera puede seguir disfrutando de esta experiencia, por ejemplo con el programa “Enoturismo a pedales”, que no es más que “una forma diferente de descubrir la Ruta do Viño que se complementa a la perfección con las diferentes actividades enoturísticas” ya disponibles.
